Pensaba que la jefa de este medio, María José, iba a cortarme el rollo en breve, y sin embargo ya llevo tres publicaciones. Todo un privilegio. Y aprovecho la ocasión para siquiera escribir unas escuetas líneas sobre el ya elegido alcalde por sus concejales, D. Eduardo Dolón, en su preceptivo pleno. Seguro que el joven alcalde dispondrá de más de 100 días para ver cómo se enchufa a la gestión pública, y seguro que cambiará el talante y el talento a la hora de trabajar por todos los ciudadanos, los que le votaron y quienes no. Lo que está en juego es el futuro incierto de esta ciudad compleja y con escaso tejido productivo, con un sector turístico y comercial que no despunta, y zarandeándonos la crisis como al que más. Aquí y ahora ya no se trata de «mandar», sino de GOBERNAR, con mucha mano abierta, solidaria… por supuesto, sin despilfarrar el dinero público. En fin, que como tengo pocas líneas tengo que ir variando el escenario. Ya le prometí a Carlota dedicarle algo, pues que la gente de Torrevieja necesitamos viajar más, conocer mundo, analizar otras ciudades, (ni tenemos las mejores playas del orbe, ni las calles son las más limpias, ni las instalaciones culturales son delirantes, ni…), captar otro tipo de sensibilidades, para así no mirarnos tanto el ombligo, y mantenernos a raya del chauvinismo más desesperante, de ahí que necesitemos tu ayuda como experta en estas lides de los programas de viaje buenos, bonitos y, a ser posible, baratos, más que nada por la crisis.
Audiciones
Escuchar un programa de audiciones musicales en el Palacio de la Música, así como asistir a la exposición en el Casino de unos riquísimos dibujos del artista oriolano Alfonso Ortuño (el dinero de lo que venda para Lorca) es una forma de seguir elevando el alma, el espíritu, tal y como me afirma y confirma mi buen amigo Rodolfo. Y procuro hacer esas cosas mostrándome solidario allá donde pueda. Me gustó la audición de alumnos de fundamentos de composición y canto; y, por destacar a uno, con perdón de todos los demás (lo van a comprender), lo hago con los momentos de la chelo Laura Giménez y con Juan Manuel H. Brito, que en breve pasa al Superior, y que se trata de mi profe de guitarra. Y lo digo, más que nada, por si me rebaja unos eurillos.
Una audición muy distinta fue la relacionada con el taller de Democracia
Real Ya sobre la injusticia del sistema electoral vigente, a la que asistimos también la profesora Inmaculada y yo, y de la que aprendimos bastantes cosas, porque en el fondo nos gusta la Democracia Real y su voluntarioso movimiento. Y ya sabemos que la calle no es sólo de Fraga.
Lo dicho: que estas crónicas nada sarracenas, aunque sean una «mer…», sirven para elevarme el alma, y al mismo tiempo me ponen, aunque esto ya no sea tanta mierda. Y perdón por el exabrupto.
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