LUNES
«Cuando yo tenía dinero me llamaban D. Tomás, ahora que ya no lo tengo me llaman Tomás». Así reza una de las letras que cantaba, al ritmo del son cubano, el eterno y venerado Compay Segundo. Y es que, cómo me comentaba un paisano en una ocasión; «Salva, ya no quedan ideologías, ni principios ni na de na», ahora, todo está en manos del poder económico». Yo apuntaría que ahora y siempre.
MARTES
En unas declaraciones recientes, el sr. concejal de Urbanismo, Francisco Moreno, manifestaba, junto al Presidente de Procosta, Antonio Navarro, que, «por encima de todo, hay que hacer estrategia, dónde vamos y qué objetivo tenemos». A buenas horas mangas verdes, que diría uno de por aquí. Aunque también podríamos decir que: «más vale tarde que nunca».
El hecho es que, con la crisis económica y el estallido de la burbuja inmobiliaria, el sector se queda sin gasolina y se ve obligado a echar el freno de mano. Se acabó la fiesta, los días de vino y rosa para algunos, la especulación atroz del sector y la estrategia de ir a las ferias de turismo a vender casas.
Ahora debe ser el tiempo de hacer ciudad, de desarrollar una ciudad atractiva, de calidad y apetecible para todos los ciudadanos, tanto los de aquí como los que nos visitan. El sentido común, la sensatez y el consenso deberían prevalecer, ahora más que nunca, en todos los estamentos sociales de la ciudad, aparcar diferencias y trabajar en la misma dirección. El punto de partida siempre ha estado ahí, el PGOU habrá que empezar a mirarlo de una vez con la decencia que se merece.
MIÉRCOLES
El puyazo que está recibiendo la clase media en nuestro país (el porcentaje mayoritario de la población) con la crisis económica está siendo más que considerable. La hemorragia no cesa y la situación de muchas familias es crítica. Seguro que si Bécquer viviera cambiaría el verso para exponerlo en estos términos:
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un puesto de trabajo… yo no sé
qué te daría por un trabajo.
JUEVES
«Te estás perdiendo el concierto de tu vida», le reprochaba uno a alguien mientras coincidíamos en la barra pegajosa del Auditorio Parque Torres de Cartagena. Acababa de actuar Russian Red y comenzaban a sonar los primeros compases de la orquesta de Julieta Venegas. Al día siguiente, San Javier, con los daneses Niels Lan Doky trío y la grandísima Lila Downs con La Paloma; y Gino Paoli con su Sopare di Sale, los míticos Chicago, los franceses de Pink Turtle y sus divertidas versiones y también sin pestañear pudimos difrutar con la exquisitez de Rene Marie, Chucho Valdés y Omara Portuondo y su Guantanamera y un largo etc. de actuaciones, que culminaban para mí con la actuación de SCISSON SISTER en el Arenal Sound de la playa el Arenal de Burriana. Alguien, en nuestra ciudad, se lo tenía que hacer mirar, porque, desde la época de los Festivales de España, los veranos de esta nuestra villa han ido apagándose, empobreciéndose y prácticamente dejando de existir.
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