La bomba venía flotando hacia la playa este pasado 7 de agosto. Venía de la fosa común del olvido, donde había permanecido sumergida desde aquel 25 de agosto de 1938. Consiguió despegarse del fondo, aquí, en el Cabo Cervera de mi pueblo, de Torrevieja. Avanzaba navegando despacio. Tan despacio que tardó 73 años en llegar hasta nuestras memorias. Hace ahora un año, en agosto de 2010, recuerdo cómo algunos ciudadanos de Torrevieja echamos a la mar 19 rosas rojas en recuerdo de todas y cada una de las 19 víctimas del bombardeo de Torrevieja por la aviación fascista italiana. Íbamos nombrándolas, una a una, por turno unipersonal y exclusivo. Al despedir con la mirada la rosa en las olas, veíamos cómo navegaban rumbo a un lugar secreto y recóndito en las entrañas del mar, hacia una tumba de agua desconocida y olvidada. Pero, por lo visto, las rosas no se equivocan. Lograron arrancar de ese féretro submarino y macabro a una de las bombas asesinas. Y despacio, muy despacio, la han depositado en la playa este 7 de agosto. No sé cómo puede llegar a navegar una bomba, no entiendo de bombas, y lo único que alcanzo a ver o que quiero ver es, sobre las olas del Cabo, una cama hecha con 19 rosas rojas, un lecho rojo y espinoso transportando la bomba. La acunan y la adormecen y nos la traen en silencio, en ofrenda marina. Las flores, juntas, espina con espina, entrelazadas, soportan el peso del artefacto hasta erguirlo, reflotarlo y ofrecérnoslo como tributo al silencio, al olvido y a la muerte. Sí, a la muerte, porque año tras año, desde el 25 de agosto de 1938, mueren otra vez los hombres, mujeres y niños asesinados en Torrevieja. Mueren cada 25 de agosto sepultados por la indignidad de quienes ni siquiera echan una rosa a la mar para que arrastre, una tras otra, navegando sobre un altar rojo y póstumo, todas las bombas malditas hasta hacerlas estallar en la conciencia de los desmemoriados. El 25 de agosto de 1938, durante el bombardeo de la aviación fascista italiana al servicio del general Franco, en Torrevieja, murieron 19 personas en edades comprendidas entre 2 meses y 61 años. Algunos seguiremos trabajando para recuperar nuestra memoria, recuperar nuestra dignidad y bombardearemos la mar y las memorias con rosas rojas, en agosto, en Torrevieja. A la memoria de: Ángel García Coello, Francisco Hernández Hernández, Francisco Desamparado Moreno, Antonio Moreno Guardiola, Joaquina Antolinos Zapata, María Antonia Moreno Antolinos, Rafael Clemares Sala, Ángeles Cerezuela Guardiola, Ángeles Andreu Cerezuela, Manuel Andreu Cerezuela, Anastasio Blanco Ballester, Cayetano Sánchez Sanz, Francisco Desamparado Sánchez, María Quer Piorno, Mercedes Martínez Blesa, Josefa Alar Linares, Concepción Aracil Rives, Francisca Vidal Baños, Rosario Alonso Mendiluces. José Manuel Martínez Andreu
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