El Periódico de Torrevieja nº470

La justicia está de moda, no cabe duda, para bien o para mal es así. Todos los días, en las noticias, nos llegan asuntos judiciales. Ahora son los que tienen que ver con la declaración ante el juez, nada menos que del mismísimo yerno del Rey, acusado de presuntos delitos de malversación de caudales públicos. Recién declarado «no culpable» el ex-presidente Camps, mientras el juez Garzón sí ha salido culpable de ordenar las escuchas de los abogados, con sus clientes, en el mismo caso «Gürtel», ante unos estupefactos y sorprendidos ciudadanos, que no entienden muy bien que se condene al juez -por algo que también hacen otros, según han reconocido- y estén saliendo «de rositas» los protagonistas del entramado que se ha estado escuchando en el juicio; con la popular Isabel Pantoja, citada también para dentro de unos meses, por todo aquel tema del dinero de Marbella y su alcalde; nos dice la vocal del Consejo General del Poder Judicial que no todos los imputados son iguales, por si alguien tenía dudas, después de las palabras del Rey en Navidad, diciendo que la justicia es igual para todos.
El problema que subyace ahora es que, después del golpe asestado al juez Baltasar Garzón, aquel que se encargaba de todos los casos importantes y peligrosos que llegaban a la Audiencia, al que ya han conseguido inhabilitar, ¿quién se va a atrever a investigar esos temas? El precedente de un juez vencido por investigar ciertas cosas no ha de ser muy bueno de cara al futuro. Teniendo en cuenta que hubo un tiempo en el que parecía que no había otro juez en la Audiencia Nacional, no es de extrañar que, como se oye decir, muchos le tuvieran ganas. La justicia internacional parece que lo aprovechará, ya que a esos niveles ha sonado mucho más escándaloso todo el tema. Una pena, que parece confirmar que la envidia es el deporte nacional por excelencia.

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