Las reformas laborales

El año pasado, el equipo de gobierno vigente (PSOE), tras comprobar que la patronal y los sindicatos no se ponían de acuerdo en cuanto a los términos de la reforma laboral, promulgó una de su propia cosecha, la cual fue protestada por los sindicatos, y estos, convocaron una huelga general que fue mínimamente seguida por los trabajadores y creo que, con esto, cumplieron su objetivo demagógico como siempre vienen haciendo, pues, ahí se quedó la cosa.
Posteriormente y tras comprobar que la citada reforma laboral no tuvo ningún éxito en cuanto a la mejora del empleo, el actual gobierno (PP), que solamente lleva 100 días a cargo de la administración de estado, y nuevamente ante el desacuerdo de la patronal y los sindicatos, promueve una nueva reforma laboral, evidentemente más agresiva y a tenor de lo que están demandando los sectores de empleo y acercándose a las posturas de los contratadores del mismo (los empresarios) que son, en definitiva, los que generan empleo, no así, los sindicatos. Estos últimos y tras la aprobación de la reforma por el Congreso de los Diputados, muestran otra vez su demagógico y antidemocrático comportamiento, convocando nuevamente otra huelga general que, según los medios de comunicación se preguntan: ¿Para qué? Pero ellos creen que así cumplen sus equivocados cometidos ya que, en lugar de favorecer una elasticidad que permita generar empleo, se radicalizan en posturas políticas anticuadas y fuera de la realidad que presenta nuestra economía.

En Caritas de la Inmaculada de Torrevieja, disponemos de un taller de asesoramiento laboral donde, además de ayudar a las personas a estructurar y planificar la búsqueda de empleo, disponemos de ofertas que se van renovando semanalmente y que su accesibilidad es posible los martes y miércoles en horario de 10:00 a 12:00 h. en el domicilio de C/Vicente Blasco Ibáñez, 43 ó a través de nuestra página web http://www. empleocaritasinmaculada.org. Esto nos está proporcionando una estimable experiencia sobre los problemas y necesidades de aquellas personas que se encuentran sin empleo y sin ningún ingreso, ya que han agotado las prestaciones de desempleo y están en el umbral de la pobreza absoluta. ¿Uds. creen que a estas personas se les puede hablar de días de despido de contratos indefinidos, de jornadas, etc. Si lo que están deseando es encontrar un empleo que les pueda proporcionar una independencia económica y una dignidad que en estos momentos han perdido? Pues no, no se les puede hablar más que solamente de un derecho y este es: El tener un trabajo digno; postura muy alejada de todo lo que promulgan los sindicatos de nuestro país.
¿Quién inventó el trabajo y por qué? ¿Fue una bendición o una maldición? ¿Parte intrínseca de nuestra naturaleza o una idea de último momento para mantenernos ocupados?
Desde el principio de la Biblia, vemos que Dios es el que ha inventado el trabajo. En primer lugar, Dios trabaja, como afirmó Jesús: «Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo» (Juan 5:17).
«Dios —dice Samuel Escobar en Una actitud cristiana ante el trabajo— …es un Dios activo; no es un aristócrata griego que vive en estática contemplación o en absurdas bacanales en el Olimpo». Dios, al encarnarse, también escogió «la vida de un trabajador pobre en una aldea pobre».

Carlos García

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