Víctor Ferrández Esteve
Miembro del Consejo Político Local de Izquierda Unida en Torrevieja (EUPV)
«No lo llamen rescate, llámenlo préstamo blando», se apresuraba a repetir una y otra vez el ministro de Economía. Poco importa cómo lo llamemos, lo que importa son las consecuencias de estos 100.000.000.000 euros para todos los ciudadan@s. Y sí, no se me han colado ceros, son cien mil millones de euros. Pues bien:
1-¿Qué es esto? Europa (todos los ciudadan@s europeos, incluidos los españoles) presta este dinero a un órgano que depende del Estado español, para que el Estado se lo preste o «inyecte» a los bancos privados. Así que, si un banco no paga el préstamo, el Estado (todos los ciudadan@s españoles) lo pagará a Europa por él. Lo que sí pagaremos los ciudadanos seguro son los intereses de esos cien mil millones de euros, una cantidad que no sé calcular. Sea como sea, yo no veo el beneficio por ningún sitio. Bueno, sí, para los bancos que consiguen tapar el agujero de su codicia con dinero gratis y tienen a un avalista que pagará por ellos si, por lo que sea, no pueden devolverlo.
2-¿Qué consecuencias tiene para los ciudadan@s? En mi opinión, esto es lo más perjudicial. Lo peor es que este préstamo va directamente al déficit, a la deuda pública. ¿Esto qué significa? El déficit es eso tan malo que hay que rebajar para que Europa no nos castigue, aquello que les ha servido de excusa a los distintos gobiernos del PPSOE para justificar todos los recortes en sanidad, educación, dependencia, salarios, pensiones… y las subidas de impuestos que pagamos tod@s los ciudadanos como el IRPF, el IVA, el IBI, la gasolina, el tabaco… ¿Y qué pasará cuando aumente el déficit por este rescate? Pues que los recortes en servicios públicos se van a agravar y los impuestos subirán mucho más. Vamos, que lo que es un chollo para los bancos es un desastre para los ciudadan@s.
3-La solución del Partido Popular: El gobierno presta sin intereses este dinero a los bancos esperando que, desde su infinita bondad, los bancos privados vuelvan a prestar dinero a las empresas para que creen empleo precario (a la salud de la reforma laboral). ¿Cómo fiarnos de unos banqueros que han actuado como ladrones de guante blanco? Ante un juez tenían que estar respondiendo con todos sus bienes por el dinero público que se han llevado. ¿Quién nos dice que no volverán a llevarse este dinero? Con todo, en el mejor de los casos, los bancos privados primero taparán sus propios agujeros y después, si sobra algo, volverán a prestarnos a tipos de interés abusivos.
4-La solución social: ¿Por qué no se dedican estos cien mil millones de euros a rescatar a los ciudadan@s? ¿Cuántos puestos de trabajo dignos se pueden crear con ese dinero? ¿Cuántas viviendas a precio social, hospitales o colegios podrían construirse? Por eso, planteo que cojan estos cien mil millones y lo dediquen a cuatro sencillos puntos:
A) Un banco público: que preste dinero a interés cero a PYMEs y familias para que los primeros puedan crear empleo y los segundos consuman los productos que necesiten. Así se estimula la economía por la oferta y por la demanda.
B) Empresas públicas en sectores estratégicos como la luz, el agua, el gas, la gasolina o la vivienda: crearán empleo directo y, como una empresa pública no busca el beneficio monetario sino el beneficio social, entrarán a competir con las empresas privadas a precios más baratos.
C) Líneas de subvenciones sociales: Cuando las personas demuestren que han sido perjudicadas por los recortes, subidas de impuestos y despidos derivados de esta crisis se les devolverá el dinero, se les restituirá las viviendas desahuciadas o simplemente, se prestarán servicios como los derivados de la dependencia.
D) Garantizar el dinero que los pequeños ahorradores tienen depositados en bancos con problemas y no tienen culpa de que éstos sean unos chorizos, ahorros de toda una vida.
Llámenle Dolores, Lola, rescate, préstamo blando, inyección, línea de crédito… Da igual. ¿Qué hacemos con estos 100.000.000.000 euros? ¿Rescatamos a los ciudadan@s o a los bancos? Yo elijo y exijo salvar a los ciudadan@s, y los bancos privados y los grandes inversores financieros que se busquen la vida. Es una decisión que sólo los ciudadan@s podemos imponer con nuestra movilización y rebelión social.
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