Asilo o residencia

¡Cuando una madre se muere, algo muy grande se va, y no hay nada en este mundo que la pueda reemplazar! Yo, que he perdido a la mía, te lo digo con razón: «Haz lo que puedas por ella. Recuérdala con amor». ¡Que no te estorbe en la casa igual que si fuera un perro! ¡No la mandes al asilo! ¿Sabes el dolor, la tristeza que debe sentir esa mujer que lo dio todo por ti, desde el momento de la concepción, embarazo, dolores del parto, privarse de todo para que tú vivas como una reina, que no le falte de nada a su niñita…? Cuando más feliz está viéndote buena estudiante, trabajadora y hecha una mujer, viene cualquiera de la calle, te enamora y te separa de ella, que es como si le arrancaran sus carnes. La vida es como un carrusel y las cosas vienen y van; por eso, la mayor felicidad de esa abnegada madre es sostener en los brazos a sus nietos, para ella siginifica nueva savia corriendo por sus venas, ver su carne y su sangre como un rosal florecido. Pero, mira por dónde, luego de haberse quedado viuda, se ve abocada a vivir con las hijas o nueras, que la «despluman» como a un pollo, haciendo que venda sus propiedades y lo reparta entre esos hijos tan «solícitos y cariñosos» hasta que trincan el «parné». Una vez sin bienes, sólo la mísera paga de viuda que, en la mayoría de los casos es una p… m…, ya se empiezan a pelear los hijos entre ellos, echándose a suertes quién carga con la «vieja». Tras miles de trifulcas, las nueras dicen: «¡Que se quede con sus hijas; al fin y al cabo yo no soy más que una nuera, que sean ellas las que le limpien el culo y la baba!». Siempre hay una hija más débil y sobre ella cargan todos, así la abuela queda en esa casa viendo malas caras y oyendo indirectas, pero son 3 generaciones juntas y por fuerza han de chocar. Empiezan los papeleos y en pocos meses ya está «enchiquerá» en la residencia, como se le dice para que suene más fino que asilo, pero es el mismo cura con distinta sotana. Mi consejo: ¡Que tu madre sea lo primero en tu vida, pues con la cuchara que le des de comer comerás tú el día de mañana!

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