Las emociones

Ernst Kretschmer fijó una tipología del individuo basada en su constitución meramente física, sin que esté sujeto a pareceres o consideraciones valorativas. Diferencia entre el lepsotomo (el delgado), el pícnico (el redondo) y el atlético. Claro está, se entremezclan sus variantes.
Otra tipología, fundada en la relación sujeto/objeto, en otras palabras, del ser humano y su entorno la debemos al eminente psicoterapeuta Carl Gustav Jung, partiendo de los estudios de Sigmund Freud y Alfred Adler. Esboza dos tipos psíquicos estructuralmente diferenciados, v.g., entre el extrovertido y el introvertido.
No olvidemos que C.G. Jung influyó decididamente en el planteamiento psicoterapéutico para cimentar el contenido espiritual de los principios de Alcohólicos Anónimos, para la recuperación del etilismo. En la literatura y el anecdotario de A.A., sin embargo, no se llega a valorar su colaboración en la justa medida. Es de lamentar.
En los grupos de recuperación, muchos miembros llegan a decir que «el alcoholismo es una enfermedad emocional» -por tanto, afectiva y psíquica, sujeta a un maremagnum de factores y modalidades de la personalidad humana-.
Contemplemos su descripción del tipo introvertido sensible. Esta substantividad en ningún caso representa una personalidad deconstruida; significa la plenitud de una gran parte de los seres humanos. C.G. Jung los describe: Básicamente son silenciosos, poco abordables, de unos temperamentos ligeramente melancólicos. Hacia el exterior son aparentemente tranquilos e indolentes, contenidos. Tienden hacia cierta timidez. Hacia el interior viven en la profundidad de sus emociones. Difícilmente encuentran contacto con el prójimo. Prefieren dar preferencia a sus sentimientos y a su vida afectiva.
Su estética humana puede experimentar las asperezas de un entorno materialista y desespiritualizado. Sus sensibilidades, muchas veces contenidas/oprimidas, pueden alcanzar una intensidad extrema. Descontrolada, conducente a una adicción como refugio. Su característica es el impulso irrefrenable y máxima magnitud para alcanzar la satisfacción inmediata. El adicto se saltará todas las barreras de autocontrol de la ética y la moral.
El tipo extrovertido, aunque a primera vista tiende a ser socialmente más aceptado, tampoco es inmune, ya que cualquier actividad humana tiende a conducir a comportamientos adictivos.
Algunos nombres que podrían representar el humanismo de los introvertidos sensibles son Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Madre Teresa de Calcutta, Rigoberta Menchu, Nelson Mandela, los Médicos sin Fronteras y un larguísimo etc. de personajes que destacaron, destacan y destacarán por su sensibilidad humana.

El Ruralico

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