Anoche, derrengado al final de la jornada, y cuando aun sonaban los ecos del paso de la procesión marinera entre música, algarabía, petardos y vítores, no se me ocurrió otra cosa, en contra de mi costumbre, que ponerme a zapear…
Pude haber cerrado los ojos y escenificar recuerdos. Y significados, grandes significados. Tal es la fuerza de la tradición y de la historia. Nuestra vibrante procesión en honor de la Virgen del Carmen, Reina y Estrella de los mares y de los marineros, es sólo una ínfima parte de la veneración que en este mundo actual se le tiene. El nombre le viene del Monte Carmelo, situado en las montañas de Palestina cercanas al mar, por donde Haifa, que es el puerto de Israel y su ciudad mas cosmopolita. Si tendrá historia el monte, con sus cuevas de eremitas ya desde siglos a. de Cristo, que algunos lo reputan como el prototipo del monte sacro. Repasemos el Antiguo Testamento y lo veremos. Pues allí por los siglos once y doce y por el incesante ir y venir de peregrinos y cruzados comenzó en una capilla erigida la gran devoción a la Virgen. También caballeros templarios y otras órdenes religiosas católicas, que al final alumbraron el nombre de su advocación. Virgen del Monte Carmelo, Virgen del Carmen, bajo cuyo manto el cristiano se protege para la vida y para la muerte. En la primera para esquivar zarzas, escombreras y polvo del camino, heridas en el alma…Para la segunda con sereno pasaporte que te haga comprenderla en su plenitud según la Promesa.
¡Que viva la Virgen del Carmen!
Y el zapeo me deparó un susto mayúsculo porque sin acordarme de la fecha de hoy, me encontré con el General acicalándose su bigotito, listo para volar en el Dragón y cruzar el estrecho, para, según nos iba desgranando sus ideas y propósitos, terminar con los politicastros al uso, los aviesos regionalismos,(¡mama mía!), sus masones escondidos, y los furibundos comunistas que por aquellos años forjaban una sociedad igualitaria plena de libertad y bienestar que le darían a Rusia hegemonía duradera para convertir al otro mundo terco…Ya hemos visto en lo que ha quedado todo a pesar de unirse a los vencedores en la gran guerra…
Pero esta mañana, al susto cinematográfico he podido anteponer una breve conversación
con una chavala almeriense, trotamundos, plena de ilusión, que con su tarjeta que la identificaba al cuello, nos ha hablado de trabajar y trabajar hasta la extenuación por los verdaderamente desheredados, los miserables de la tierra, las víctimas de los señores de la guerra y por todos aquellos que se encuentran inermes y sin recursos para sobrevivir dentro de este inmenso vertedero moral que es nuestro mundo. Y asombroso, no sabiendo la efemérides, va y nos espeta que “ haciendo cosas malas Franco, también hizo cosas buenas como los pantanos y la Seguridad Social y el Estatuto de los Trabajadores…”
Tiene idiomas y master y si no se va a Alemania es porque es hija única de padres sexagenarios que necesitan de su ayuda y que ella hace prevalecer…Se nos ha despedido diciendo que el mal más inicuo de los que mandan es haber adormecido a la juventud que deambula vacía de valores sin horizonte alguno… Toma membrillos.
JortizrochE
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