Escribo esta carta para que lo que me sucedió a mí no vuelva a ocurrirle a nadie.
Estando yo embarazada, en mi quinto mes de gestación me diagnosticaron, tanto el médico privado como en el Hospital de Torrevieja, que sólo tenía una arteria en el cordón umbilical en lugar de dos. Me dijeron que eso no era grave. Hasta entonces todo había transcurrido con normalidad. Continué con mis revisiones periódicas tanto privadas como públicas.
A las 34 semanas de gestación me dijeron en el Hospital de Torrevieja que la niña estaba baja de peso y por tanto me dieron tratamiento para que cogiera peso y que si no era así tomarían otras medidas. Al día siguiente fui al médico privado y le comenté el caso, me examinó y me dio un informe firmado por dicho médico para que fuera a urgencias del Hospital de Torrevieja, me ingresaran y al día siguiente me provocaran el parto debido a que el doppler no funcionaba con normalidad. Fui a urgencias del Hospital de Torrevieja y después de tenerme 2 horas en monitores y a continuación examinarme decidieron que no era necesario el ingreso. Insistí varias veces en averiguar si todo iba bien, me aseguraron que sí y a continuación me dieron cita para el día siguiente para examinarme y determinar con sus colegas médicos cuál sería la decisión acertada. Al día siguiente me personé en la consulta del Hospital de Torrevieja para examinarme. Dictaminaron continuar con la gestación pero controlándome semanalmente.
A la semana siguiente, en la 35º semana de gestación, volví a ir a la consulta del Hospital de Torrevieja. Cuando entré en la consulta estaba una ginecóloga con la que anteriormente tuve problemas al ser atendida por ella y posteriormente enterándome de que el mío no era el único caso. Esta ginecóloga me examinó, aún así le expliqué todo lo ocurrido, pero ella, haciendo caso omiso, intentaba darme la próxima cita transcurridas 3 semanas, a lo que yo respondí que eso no era lo que sus colegas y mi ginecólogo privado habían aconsejado. Ella, con malos modos, me respondió que me daba cita para 2 semanas. Yo volví a insistir pero fue inútil. Cuatro días después, mi niña murió.
Gema Sánchez
Gema, siento mucho lo que te ha ocurrido. Lo que me parece a mí (que soy profano en la materia), es que aquí faltan datos para intuir lo que ha podido ocurrir. En todo caso, supongo que seguistes los controles semanales privadamente.