Las chirigotas del PP

Julián Carcaño Pareja
Ex-concejal y miembro de Los Verdes

España entera vive una situación propia de una chirigota política desquiciada, con una traslación mimética a las comunidades autónomas y a muchísimos ayuntamientos.
Poco importa que este año no se celebre el concurso de murgas en el Carnaval de Torrevieja, según nos cuentan oficialmente, por falta de «interés de los grupos».
La murga del PP de Torrevieja con el escándalo de los móviles calientes es motivo de jocosidad en toda España y sigue alimentándose con los nuevos datos que van saliendo después de quemarse la mano el alcalde con la dimisión del concejal Daniel Plaza, el experto en porno-llamadas sin enterarse, y dar por zanjada la «Comisión de Investigación» que no ha investigado nada y que, en opinión de Los Verdes, se ha cerrado en falso.
No se sabe si el concejal Gil Rebollo ha reintegrado el importe de las suscripciones a los canales de adultos que aparecían en su terminal. Llaman la atención los 1.120 euros que gastó el asesor del alcalde Graham Knight en conexiones a Internet a través de su móvil oficial en un solo fin de semana de noviembre de 2009 o el dedo fácil de la edil Agustina Esteve, que envió cerca de 500 mensajes SMS de felicitación en los días de Navidad de 2010 y de 2011. Y la cosa no parece que vaya a quedarse ahí.
En medio de esta gran murga de los móviles, irrumpió la chirigota del juicio y condena a pena de cárcel del ex-alcalde Hernández Mateo por el caso de corrupción de las basuras de Torrevieja, tras fallarle su plan de intentar echarle las culpas al muerto. Además, tuvo que dimitir como diputado autonómico.
Todavía no se sabe quién es el inductor de que, en la madrugada del Día de la Purísima, la banda de música que acompañaba al pasacalles de la Peña Diana pasara por la puerta de la casa de Hernández Mateo para hacerle un homenaje caciquil brindándole la interpretación de un pasodoble.
Para intentar distraer la atención sobre sus chirigotas, el lamentable PP torrevejense se empeña en hacer burdos montajes sobre la oposición que estallan ante sus propias narices.
El nuevo año contempla una eclosión de las chirigotas del PP en todo el territorio estatal.
Angel Carromero, condenado a 4 años de cárcel por homicidio imprudente conduciendo en Cuba, ya está incorporado a su puesto de asesor del Ayuntamiento de Madrid, cobrando más de 50.000 euros anuales por hacer trabajos para el PP. En las redes sociales se pide que sea nombrado conductor de Mariano Rajoy para ver si repite sus hazañas cubanas. Ruiz Gallardón, después de encarecer la Justicia y de intentar imponer un Código Penal franquista, se cubre de gloria al indultar a un conductor kamikaze condenado a 13 años de cárcel que fue defendido por el gabinete de abogados donde trabaja su hijo. Se descubre que Güemes -yerno del experto en loterías y aeropuertos sin aviones Carlos Fabra y marido de la diputada «que se jodan los parados»-, formaba parte de la empresa que gestiona los laboratorios de Madrid que él mismo privatizó cuando era Consejero de Sanidad con Esperanza Aguirre. La extraña compra del ático de lujo en Estepona de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid colocado por Esperanza Aguirre, tiene mucha murga. Como murga tiene su intento de privatizar la sanidad pública madrileña y la revelación de nuevos datos sobre el espionaje que mandó realizar sobre otros dirigentes del PP, entre ellos Ruiz Gallardón. La Fiscalía Anticorrupción presentó su escrito de calificación para el primer gran juicio de la vertiente valenciana del caso Gürtel por las adjudicaciones por cinco millones de euros a la red corrupta de la organización del pabellón de la Generalitat Valenciana en FITUR, en el que se acusa a 13 personas; la más destacada es Milagrosa Martínez, exconsejera de Turismo, expresidenta de las Cortes Valencianas, actual diputada autonómica y alcaldesa de Novelda (Alicante), muy cercana al trajeado Camps, para quien solicitan 11 años de prisión. El Bigotes, el amiguito del alma de Camps y jefe de la rama valenciana de la trama corrupta, se refiere a ella como «la hija de puta de la perla».
Pero la gran chirigota del PP es Luis Bárcenas, ex tesorero general del PP y responsable de las finanzas del partido durante 28 años, que llegó a acumular 22 millones de euros en una cuenta en Suiza y que fueron transferidos y diseminados por otras entidades cuando el también ex-senador del PP fue imputado en la trama Gürtel por el juez Baltasar Garzón en febrero de 2009. El escándalo salpica a todo el PP, sobre todo a Aznar y Rajoy, que dejaron actuar a su tesorero. Luis Bárcenas pagó durante años sobresueldos en negro a parte de la cúpula del PP. Las cantidades que contenían los sobres oscilaban entre los 5.000 y los 15.000 euros mensuales. Esto implica la existencia de una caja B en el PP procedente de ingresos ilegales.
Las chirigotas no se agotan aquí. Los EREs de Andalucía, la aparición de más cuentas y trapicheos de Urdangarín, en las que también aparece la noble alemana amiga del Rey, las cuentas en Suiza de dirigentes de CiU, la apropiación de fondos europeos por parte del partido de Durán Lleida, el fichaje de Rato por Telefónica tras hundir Bankia, las tribulaciones de la Cospedal, la falsa emotividad de Sáenz de Santamaría, etc., son motivos de burla y de indignación por parte de una ciudadanía cada vez más ultrajada en sus derechos sociales, con más parados, más desahucios y menor poder adquisitivo.
No es de extrañar que tanto el PP como el PSOE pierdan a marchas forzadas el apoyo electoral que tenían hace un año y que la mayoría de la gente se esté cabreando hasta el punto de estar dispuesta a dar un gran patadón en el culo de los políticos corruptos que, para mayor indignación, están también al servicio de la banca especuladora y de sus abusos.

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