Gabriel García Márquez
Pensé inicialmente dedicar estas líneas a la edición del número 500 de El Periódico de Torrevieja, a base de una de entrevista con su directora, pero finalmente he creído mejor celebrarlo con un artículo sobre el periodismo como forma de vida.
Oscar Wilde, ya en su tiempo, opinaba que las noticias del «newsman» entonadas en las esquinas de las callejuelas no eran para confundir el cotarro, aunque las mejores parecen llegar con demasiada frecuencia tarde, por lo que el escritor periodista Gabriel García Márquez confesaba su decepción ante el espectáculo de sus lectores en plena calle: «Como sufrimos tanto los periodistas», confesaba, «tendríamos que emborracharnos todos los días». A la ética profesional se la llama «deontología», que en periodismo implica independencia respecto a los hechos con rapidez y libertad de expresión.
Yo preguntaría a los lectores: ¿Para qué utilizarás, por ejemplo, el periódico de hoy? (tick choices): 1. Para madurar aguacates. 2. Para pulir los vidrios del salón. 3. Para proteger la cabeza del impacto del sol. 4. Para recoger la caca del perro. 5. Para hacer de abanico, o más bien para leerlo y sentirse más próximo a lo que acontece a nuestro alrededor. La prensa ayuda a muchos a viajar virtualmente por parajes conocidos o por explorar, y no nos metamos ya en las ediciones que aparecen más y más por Internet. Pero si es verdad que priva la velocidad de las emisiones, el impacto del tiempo presente sirve para que no se olviden tan fácilmente los sucesos.
Se puede preparar con meses de antelación la llegada de un bebé o la efeméride de un aniversario, pero los «news» son la generación espontánea de lo que ocurre en estos momentos, por lo que damos la bienvenida de antemano a la presente edición del número 501, salga como salga, añadiendo que F.G. Márquez tiene ya 86 años de edad.
HECHOS Y DICHOS
La ética debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido al moscardón. Gabriel García Márquez
UNA MERA OBSERVACIÓN
No saldrá normalmente en el periódico si un perro ha mordido a alguien pero sí cuando el individuo haya mordido al canino.
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