En la actualidad y en nuestro país casi todos nos estamos convirtiendo en jueces, pues,
antes de que se pronuncie el poder judicial ya nosotros hemos realizado nuestro juicio particular y, generalmente, hemos condenado, pongo por casos los del yerno del rey, el caso de los eres en Andalucía, el caso Gurtel y, por último, el caso Bárcenas.
Nuestro Señor Jesús nos dice que no juzguemos a nadie, «Dejad de denigraros unos a otros, hermanos. Quién denigra a su hermano o juzga a su hermano denigra a la ley y juzga a la ley; y, si juzgas a la ley, ya no la estás cumpliendo, eres su juez. Uno solo es legislador y juez: el que puede salvar y destruir. ¿Quién eres tú para juzgar al prójimo?»
De que nosotros juzgamos alegremente no hay duda, no hay más que ver las declaraciones y posturas de algunos partidos de la oposición que, sin haberse pronunciado los jueces de cada caso, ya están condenando ellos mismos, o sea, usurpando al poder judicial.
Pero si nos centramos en el caso Bárcenas, los jueces están obteniendo pruebas de que realmente el PP se haya financiado ilegalmente, pero todavía no las tienen, porque los papeles presentados por el Sr. Bárcenas corresponden a una contabilidad simple que no dispone de soportes contables, por lo que no tiene validez alguna. Para entender esto, en contabilidad, cada asiento contable tiene que estar soportado por un documento que lo justifique, por ejemplo: facturas, recibos, resguardos de cheques, etc. Y, en este caso no parecen existir. Es lo mismo que si yo cogiese un folio le hiciese cuatro columnas y apuntara que le he dado al Sr. Rubalcaba 2.000.000 de euros procedentes de los eres de Andalucía. Esto no valdría para nada porque no hay documentos que acrediten esta operación, pues, lo mismo está pasando con los papeles del Sr. Bárcenas.
No seamos más papistas que el Papa y dejemos a los jueces trabajar en paz ya que lo están haciendo muy bien y, cuando estos pronuncien sentencia, será el momento de pedir explicaciones y solicitar dimisiones, pero, sin que esto no se haya producido es una auténtica demagogia lo que se le está pidiendo al partido del gobierno.
Los españoles estamos artos de presenciar los acosos y derribos a que se someten todos los partidos políticos, están más pendientes de ver en que fallo pueden coger al contrario para ver la forma de machacarlo que el hecho de luchar y aportar ideas por mejorar la situación económica de nuestro país y la de los españoles. Vociferan, la mayoría de ocasiones, cosas sin sentido y llenas de demagogia barata.
¿Cuándo se va a terminar esto? ¿Cuándo contaremos con políticos que no vivan pendientes de nuestra vergonzosa guerra civil y de vencidos y vencedores? Creo que la cosa ya va demasiado lejos y se deben olvidar las rencillas del pasado y colaborar todos por el bien de nuestra patria.
Carlos García
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