Mucho tenemos que agradecer a la cultura griega que se nos ha transmitido hasta hoy y que supo interpretar todas y cada una de las facetas de la vida humana. Para explicar a nivel humano las preguntas que todavía la ciencia no ha podido responder, crearon un sistema, que llamamos cosmogonía, que humanizaba las respuestas con mitos. Hoy hablaré de dos mitos llamados Hipnos y Tánatos porque mi ánimo me lo exige.
Hipnos es la personificación mitológica del sueño de las personas. El sueño nos sitúa en un estado indefinido parecido a la muerte, de tal manera que en ese estado no podemos saber si estamos vivos o muertos. Hipnos tiene un hermano gemelo llamado Tánatos, que personifica la muerte no violenta. Ambos hermanos son hijos de una madre soltera llamada Nix, personificación de la noche. Los dos hermanos viven juntos en un palacio dentro de una cueva donde nunca brilla el sol; la oscuridad es infinita. Ellos y su madre son vecinos. Cerca de donde viven los tres fluye un río llamado Lete al que los griegos llamaban el Río del Olvido.
En estos momentos de pena inmensa quiero pensar que el amor de mi vida duerme bajo la tutela de Hipnos en los brazos de uno de sus hijos llamado Morfeo, esperando que yo me encuentre con ella en el mismo reino, para que, unidos de la mano, vayamos juntos al reino de Tánatos y vivir allí el resto de la Eternidad.
Mientras eso ocurre, no navegaré por las aguas del río Lete, sabiendo también que el fruto de nuestro amor, personificado en nuestros tres hijos, Fco. Javier, Patricia y Antonio, nunca permitirán que ni ellos ni sus hijos naveguen por el Río del Olvido.
Antonio Lora Jiménez
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