Elecciones locales difíciles

Actualmente, las personas están desencantadas y desconcertadas ante tanta oferta política, viendo y comprobando que la mejoría económica de la que está hablando el actual gobierno no llega a los hogares, en especial, a aquellos que, desafortunadamente, todos, o casi todos sus miembros, están en paro y no cobran el subsidio de desempleo.
Es cierto que nuestras cifras macroeconómicas están sobresaliendo sobre las de otros países europeos, como el crecimiento de PIB, la bajada de tipos de interés de nuestra deuda (Prima de Riesgo) y el empleo, cuyas cifras también están creciendo en cantidad pero no en calidad, pues yo, para subir el salario mínimo en 2,50 euros, la verdad es que no lo hubiese tocado, de momento, al ser cifras tan sumamente ridículas.
Por otro lado, una gran mayoría de votantes del actual partido que gobierna el país y, en especial, los que somos católicos, no estamos en absoluto de acuerdo con lo que éste está realizando, teniendo una mayoría absoluta, pues, en varios aspectos de la forma en la que está actuando, parece ser que, buscando un mayor número de votantes, va a perder una importante cantidad de votos procedentes del sector religioso. Es evidente que todas las medidas económicas y de la reducción tan rígida del gasto público, así como su reforma laboral, están llevando a nuestro país a un excelente gobierno de números, pero no así de las personas, donde muchas de ellas lo están pasando desafortunadamente mal, y gracias a las instituciones benéficas, solidarias y de caridad que son las que están sobrellevando medianamente el peso de esta situación.
Ante todo esto, están saliendo nuevos partidos políticos que ven, en el descontento de las personas, la oportunidad de hacerse con un número de votantes que les permita entrar en la política, muchos de ellos para medrar, como ya lo han hecho otros, y otros para defender sus postulados que les permitan alcanzar el poder.
La demagogia campa en todo su ambiente, por ejemplo: el señor de «Podemos» que está diciendo y defendiendo públicamente cosas que nunca podrá cumplir ni hacer, solamente dispone del aprovechamiento de aquellas personas que están oyendo lo que desearían que pasase. Este señor habla de que va a alcanzar la mayoría absoluta y a romper el candado (refiriéndose a nuestra Constitución), sabiendo que para eso precisa, para un cambio simple, los 3/5 de ambas Cámaras (Congreso y Senado). Su mini-programa político y económico lo han confeccionado dos economistas, uno de ellos que se exilió voluntariamente de España y otro que no sabemos de dónde ha salido, ninguno de ellos tiene experiencia, ni empresarial, ni de estado, pues no han trabajado en ninguno de estas sectores. Dicho programa solamente contiene unas líneas de actuación, pero no dice ni cómo se van a realizar ni qué nos va a costar a los españoles.
Otro político que utiliza la demagogia como argumento de su programa es el señor Sánchez del Partido Socialista, para él todo lo que hace la oposición está mal, pero no nos dice cómo lo haría él mejor, solamente habla de quitar y poner, pero no dice cómo ni cuándo.
Miren Vds., el PIB (Producto Interior Bruto de España) alcanzó en 2013 el importe de 1.022.988 millones de euros, con un -1,2% con respecto al ejercicio anterior, con una Renta per Cápita de 22.300 € (PIB / nº habitantes) un -1,6% inferior al 2012. En este ejercicio actual (2014) el PIB, en el 3º trimestre está en 792.089 millones de euros, con un crecimiento, respecto al mismo periodo del año anterior, del +1,6%, en cambio la Renta per Cápita ha crecido un 0,0% con respecto al año anterior. Con de Deuda Pública del Estado en el 2013 en el 92,10% del PIB = 23.383 euros por español, en 2014 al 3º trimestre está en 96,80% del PIB, o sea que debemos más por español. Esto quiere decir que la macroeconomía del país va creciendo, pero no el poder adquisitivo de sus habitantes. Por eso decía yo al principio que se está gobernando para los números y no para las personas. ¿Por qué les cuento todo esto? Para que vean que los movimientos económicos de un país están en una banda muy estrecha, pues, depende de la oferta y la demanda y sus oscilaciones, gobierne el partido que gobierne y salvo que haga alguna barbaridad, no tiene muchas opciones de cambiar la situación, pues, cambie el parámetro que cambie, se alterarán los demás.
A Jesús, estando en la montaña predicando, los Apóstoles le dijeron: Maestro es muy tarde y toda esta gente tiene que ir a los pueblos a comer, y Él les dijo «Dadles vosotros de comer». «Maestro, solamente un muchacho tiene doce panes y unos peces y, aquí, hay más de 5.000 hombres sin contar a las mujeres y los niños»; Jesús les dijo «Traed los panes y los peces» y, pronunciando la bendición, les dijo: «comenzad a repartirlos». Después de saciarse todos los presentes, Jesús dijo «recoged las sobras», y aún sobraron doce sacos de pan. Primero deben ser las personas y, posteriormente, los números.

Carlos García

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