Trampa mortal en la circunvalación de Torrevieja

El sábado 2 de mayo, volviendo de un concierto del Auditorio Internacional de Torrevieja, a las 22 horas, por la carretera de circunvalación, viví uno de los momentos más dramáticos que una persona y su familia pueden vivir y que podía haber tenido consecuencias dramáticas para muchas personas.
Les relato este episodio. Como les decía, iba conduciendo por la N-332 (circunvalación de Torrevieja) cuando observé que, por el carril de conexión a la misma correspondiente a la bajada del autolavado Hipopótamo, iban dos vehículos. Yo continué con mi marcha en la seguridad de que estos coches harían el ceda el paso correspondiente, como era su obligación.
Al llegar yo a la altura del primero, observé con horror que éste estaba saliendo de su carril e interponiéndose en mi camino. Si yo hubiera seguido en mi dirección, el impacto hubiera sido inevitable. Para evitar esta contingencia di un volantazo hacia la izquierda, invadiendo, con esta obligada maniobra, el carril contrario de la N-332.
Estando en esta situación, y sin tiempo para reaccionar, vi que un vehículo venía en sentido contrario. El impacto hubiera sido frontal y mortal de necesidad. En ese momento di un volantazo a la derecha para salir de ese carril y así salvar nuestras vidas. Mientras tanto, el causante de esta dramática situación siguió su camino por su carril sin problemas, o sea, se fue de rositas.
Soy consciente de que he salvado la vida, junto con la de mi familia y los ocupantes del vehículo que apareció enfrente, por segundos. Y yo me pregunto: Si el golpe mortal se hubiera producido, ¿a quién se consideraría responsable? No hay que ser muy espabilado para saber que hubiera sido yo por invadir el carril contrario de la calzada, con todo lo que ello implica (culpabilidad penal, seguros, indemnizaciones, etc.).
En esta circunvalación maldita ha habido muchos accidentes con resultado de muertes. ¿Cuántos han sido motivados por una situación parecida a la que yo he vivido? No hay testigos y el culpable ha salido sin problemas del atolladero que él ha provocado.
En esta circunvalación hay muchas conexiones a la misma. Muchísima gente está utilizando esta vía y, sobre todo, muchos torrevejenses. ¿Cuántas muertes tiene que haber para poner solución a este grave problema?
Cuando un vehículo, circulando por la circunvalación, se acerca a una de estas conexiones tiene mucho más peligro que el que circula por el carril de conexión, a pesar de que la Ley le da prioridad de circulación y, como en mi caso, puede verse desplazado al carril contrario, con el riesgo de choque frontal porque el que sale por el carril le obliga a ello. Y lo más dramático del caso (además de las muertes) es que tú serás el culpable por invadir el carril contrario, y el causante, tranquilo.
Sirva esta dramática experiencia vivida por mí y mi familia para concienciar y motivar a las administraciones competentes a que solucionen los graves problemas de esta circunvalación que tantas muertes y sufrimiento está provocando, y fundamentalmente en el caso explicado en este escrito.
Y a las personas que circulen por esta vía, que sepan que cuando se acerquen a una conexión aminoren su velocidad y pongan los cinco sentidos en los que salen por este carril porque, a pesar de tus derechos, te puedes encontrar con la muerte.
Un saludo a todos y suerte.

En Torrevieja, a 4 de mayo de 2015 (segundo día de mi vida)
Vicente Luengo Alvado

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