Antes de nada, quiero pedir disculpas por no haber podido escribir la crónica deseada de un Pleno municipal de aquellos que me gustaba escribir, y por supuesto, ser notario informativo. No pudo ser porque, después de quince años de calvario funcionarial entre laberintos de papeles, expedientes, levantamientos de reparos, decretos, atención a los vecinos quejicas y no tan quejicas y demás, la sesión plenaria coincidía con mi horario esclavo de trabajo. No quise poner en un brete a mi jefe, al que estimo y aprecio en su justo término. Que conste que tenía permiso de media hora para asistir, pero…
Pero entre unas cosas y otras la semana ha sido interesante, puesto que ha habido, en primer lugar, un dato político histórico: por vez primera en muchos años se ha celebrado una Junta de Gobierno Local abierta a la oposición, que sin voz ni voto estuvo presente, y fíjate por dónde, alguien filtró algún que otro acuerdo. No, yo no pienso mal, allá cada cual con su pensamiento. La prensa siempre ha tenido sus chivatos. ¡Lo sabre yo! El otro dato histórico que ha dado la vuelta al país ha sido el relativo a la pobreza en Torrevieja y Elche, datos facilitados por el INE, a los que tuvo que matizar el alcalde, José Manuel Dolón, de forma acertada a mi juicio, sin obviar la bolsa de pobreza y la realidad parcial de las cifras. Dicho lo cual, hay que puntualizar que un poco más y el concejal Pizana culpabiliza de todos los males del municipio no sólo al nuevo alcalde sino, incluso más allá, al Pentapartido, o como se diga la cosa. Ya dije en su día que la oposición iba a ser brutal hasta que…
Destacable, en tercer lugar, más anecdótico que otra cosa, la organización de las Habaneras en la Playa, un acierto popular se mire como se mire. Cambió de presentador, y no sé si de guionista, pero por lo visto y apreciado, muy bien, muy suelto, muy en en papel informal de un acto veraniego informal pero que da paso al Certamen de Habaneras con sus reglas y protocolo.
Y finalmente, indicar que el tema de los sueldos, retribuciones, salarios, dedicaciones exclusivas, medias, asignaciones por plenos, comisiones y Juntas de Gobiernos de los concejales electos de mi ciudad, pues ya resulta un tanto cansino y otro tanto kafkiano. Esto no es un pueblecico, y mira que me gustan los pueblecicos con sus pueblicidades todas. En fin, que para el calor que hace ya está bastante bien tanta línea.
Nota final: Descansa en paz, Javier Krahe. Nos dejas tu música, tu sátira, tu humor y tu creatividad artística. Sabías que hay políticos con mala fe y malas ideas, con mala leche y con leche mala. Como en todas partes.
Óscar A. Claramunt
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