Otra vida real: un niño muerde a otro

La madre de un niño de dos años, que fue mordido por otro, más o menos de la misma edad, en una guardería local, nada que ver con otras guarderías, ya que fue un accidente sin mala intención, acuerda discutir el caso con los responsables de la citada guardería, así como con la madre del niño que mordió, al objeto de aclarar la situación e intentar asumir responsabilidades, para que este caso no vuelva a ocurrir en el futuro, ya que una guardería para niños, dice la madre de la víctima, requiere preparación adecuada de los educadores de la guardería, mejores instalaciones y material, como juguetes, juegos, dibujos, rotulación, lectura, más personal, inspecciones diarias de comportamiento y bienestar de los niños, paseos vigilados para el disfrute y desarrollo de la imaginación, demostrar algo sobre la naturaleza, como plantas, flores, árboles…, intentar que los niños convivan sin problemas, aprendan a explorar, que disfruten sin sentirse obligados, participación de los padres si fuera posible, intento de educación y de buenas maneras hacia los niños, porque una guardería es el principio de un futuro, donde los niños comenzarán a entender, escuchar y disfrutar un poco de la vida. Los responsables de dicha guardería, así como la madre del niño agresor, pidieron perdón diciendo que intentarán que esas situaciones no ocurran en el futuro, y que intentarán que esas mejorías solicitadas para el establecimiento se cumplan para satisfacer y mejorar el bienestar y felicidad de los niños.

José Antonio Rivero Santana

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*