Antoni Jakubowski
Diez años de vida no es mucho, pero para lograr tan extraordinario nivel artístico, me atrevo a manifestar que somos testigos de algo excepcional.
Hace dos años escuché por primera vez al Orfeón de Torrevieja (El Mesías con la OST) y ya entonces me quedé impresionado por su profesionalismo en todos los aspectos y la perfecta forma de trasmitir las emociones hasta tener “la piel de gallina”.
Entre las principales características que definen la gran solvencia interpretativa del Orfeón, como también de su invitado especial, la Coral Académica de Bryansk hay que mencionar el excelente equilibrio vocal, tanto armónico como contrapuntístico y rítmico de los diversos planos sonoros. Impresiona la gran calidad de la afinación e impostación de las voces, increíble disciplina interna de los cantantes, quienes reaccionan en forma instantánea y con precisión exacta a las sugerencias interpretativas del director de los dos coros Mario Bustillo, maestro de una larga trayectoria, llena de éxitos y enorme experiencia, sin dudas, una autoridad internacional de la dirección coral.
Durante este jubiloso concierto, el público encantado con el canto coral, tuvo la oportunidad de estimar las interpretaciones elegidas para complacer todos los gustos con un repertorio variado, atractivo, de mucho colorido, que abarcó un período musical desde el Barroco hasta los populares “hits” de los Beatles, en un programa con la fabulosa participación de los instrumentistas y cantantes solistas.
Ha sido un maratón de casi tres horas (sin intermedio) de música de auténtica belleza. En definitivas un gran concierto que dejó a la gente feliz y contenta.
Enhorabuena a todos los ejecutantes y al incansable maestro Mario Bustillo.
Para el “cumpleañero” le deseo muchos éxitos en el futuro próximo con la esperanza de poder presenciar muy pronto el siguiente concierto con la Sinfónica de Torrevieja, interpretando “Carmina Burana”. ¡Viva la Música!
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