Este contenedor inválido, roto y cojo, cuya foto adjunto, se ha ganado un buen retiro. Se aguanta en pie utilizando como muleta a otro contenedor de vidrio. Esta vergüenza se encuentra en la entrada de la urbanización Lagosal, bajando desde el concesionario de la Citroën, junto a la Torreta III.
Para un municipio turístico, ésta no es la mejor estampa que ofrecer a quien le visita. Aparte del cambio de contenedor, bien estaría un poco de mantenimiento y limpieza.
Recordar a esta corporación municipal de progreso que las urbanizaciones también existen y pagan religiosamente sus impuestos, por lo que los servicios deben ser los mismos que en el centro del municipio.
En cuanto a la calle Paloma, muy próxima a este paraje, el 18 de julio se produjo un despliegue de la Guardia Civil como nunca había visto. Cinco coches patrulla y mas de 10 agentes se movilizaron para resolver un problema entre vecinos, por indebidos aparcamientos en la citada calle y daños que se imputaban entre ellos.
He propuesto soluciones para esta a calle al Ayuntamiento en 2015. Se lo he recordado este mismo año en abril… Aún espero su respuesta. Cuando ocurra algo desagradable, como ya ha ocurrido más de una vez, todos los políticos municipales se llevarán las manos a la cabeza. Quizás este Ayuntamiento de progreso esté esperando a ver derramar sangre y entonces será demasiado tarde. La solución pasa por la prohibición de aparcar en una calle estrecha y sin salida. Cada vecino dispone en sus dominios de parking privado. La calle es para salir y entrar, no para aparcar.
Gracias a su publicación por hacerse eco de mis denuncias, que cualquier miembro del Gobierno local puede comprobar.
Lupicinio Rodríguez
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