Día (nublado) del orgullo LGTB

Seguramente, habrá gente que no conozca a Alan Turing. Nacido en Londres en 1912, Alan Turing fue matemático, lógico, informático teórico, criptógrafo, filósofo, biólogo teórico, maratoniano y considerado el padre de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna, que fue capaz de descifrar los códigos nazis, lo que contribuyó a acortar la Segunda Guerra Mundial, al menos en dos años.
Pues bien, este currículum no le sirvió de nada ante una acusación «por indecencia grave y perversión sexual» debido a su homosexualidad. Murió en la cárcel en 1954 por envenenamiento al comerse una manzana con cianuro. Se dice que Steve Jobs utilizó la manzana mordida como logo de Apple en homenaje a Turing.
Más conocerán a Federico García Lorca, poeta y dramaturgo referente de la generación del 27, asesinado en agosto del 36, por “rojo y maricón”, como decía la sentencia.
Sólo son dos ejemplos de personajes ilustres que vieron su vida truncada por su libre orientación sexual.
El 28 de junio de 1969, se produjo en Nueva York una revuelta contra las constantes e injustas persecuciones contra homosexuales. Todo empezó en el bar “Stonewall Inn”, situado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, frecuentado por homosexuales y que comenzaron espontánea y violentamente unos disturbios que fueron origen de todas las luchas por esta causa y dieron lugar a la celebración mundial del día del orgullo LGTB cada 28 de junio.
La homosexualidad, aceptada en antiguas civilizaciones como Grecia y en el Imperio Romano, fue con el paso del tiempo cada vez más perseguida y sobre todo debido a las presiones de las diferentes religiones monoteístas. Esta presión y persecución persiste hasta hoy, donde vemos cada día representantes de la Iglesia atacando con mano de hierro cualquier conducta que se salga de la “heterosexuanormalidad”, al tiempo que tratan con guante de seda otras depravaciones probadas y condenadas, dentro de su hermético seno.
La noción básica del «orgullo LGTB» reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual sea su sexo biológico, orientación sexoafectiva, su identidad sexual o su rol de género. Surge como una respuesta política hacia distintos mecanismos que el sistema tradicionalista utiliza contra quienes se «desvían».
A nivel local, este año se ha pasado muy de puntillas y supongo que para cubrir el expediente con un simple izado de una bandera multicolor, en el mástil del ayuntamiento.
Estoy convencido de que las concejalías de Cultura, Igualdad, Juventud y Fiestas se podrían haber implicado, aunque fuera un poco, con un tema tan importante y no salvar el expediente con un acto simple, ramplón y casi a escondidas.
Lejos quedan los días con pregón y actuación de Vaquerizo, o los ciclos de cine, pero se ve que ni presupuesto ni ganas.
Ya se podría tomar nota de los múltiples y variados actos de este año, desde la Concejalía de Cultura de Orihuela (el que quiera puede entrar en su página), del homónimo Bascuñana, que de la mano de la concejala de Cultura y Juventud, Mar Ezcurra, ha sabido implicarse y demostrar cómo se debe afrontar un evento de estas características.
Después de 50 años de lucha, aún nos queda mucho camino por andar hacia la aceptación de los diferentes colectivos que aún se consideran “diferentes“, en parte potenciado por sectores conservadores y retrógrados, que alimentan día a día, el odio y el rechazo hacia una parte de la sociedad.

P.D.
A día de hoy, hay 7 países que contemplan la pena de muerte o lapidación por prácticas homosexuales: Irán, Arabia Saudí, Yemen, Nigeria, Sudán, Somalia y Brunéi. 70 países criminalizan y castigan la homosexualidad.

Juan Carlos García Sala
Torrevejense del Sequión