Aprender a convivir con el virus. De esto que tan sencillo parece, pero tan difícil es de conseguir a la hora de la verdad, nos han dado una gran lección estos días los niños. En esta vuelta al cole atípica, y envuelta en polémica en el mundo de los adultos, los más pequeños han demostrado que son capaces de adaptarse en tiempo récord a todos los protocolos, a pasarse toda la mañana con la mascarilla puesta aunque sea «un rollo», a cambiar sus juegos para respetar el distanciamiento social que les recuerdan constantemente sus profesores, y, sobre todo, a no perder el buen humor ni dejarse llevar por el pánico. Y es que, lejos de lo que puede haber ocurrido en otras ciudades, la vuelta al cole en Torrevieja ha sido bastante tranquila, con unas medidas y directrices bien planificadas por los centros, por cuya implantación es justo dar la enhorabuena a los docentes, y que, según algunos, deberían ser modelo a seguir en otro tipo de oficinas y servicios. No podemos dejar que el miedo nos paralice. Con las adecuadas medidas higiénicas, podemos -y debemos- seguir haciendo nuestra vida, disfrutar de Torrevieja y de todo lo que tiene que ofrecernos estos días en sus calles, sus comercios, su hostelería… Sin olvidar festivales como Música y Sal, y Torrevieja Ríe, que nos invitan a tomarnos un respiro en las agradables noches del mes de septiembre. Vivamos, y aprendamos a convivir con una amenaza que cada vez es menos, y que, si la abordamos sin miedo, se irá desvaneciendo sin que nos demos cuenta.
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