Cuéntame un cuento

Tamara Martínez Lidón
Politóloga. Sec. Grupo Municipal de Los Verdes de Torrevieja

“Cuéntame un cuento y verás que contento, me voy a la cama y tengo lindos sueños.” Celtas cortos
¿Se acuerdan de aquello de aquello del traje nuevo del emperador? Pues sí, señorías, resultó que el emperador estaba desnudo.
Es interesante el mundo de los cuentos de hadas. Para las que nos consideramos feministas es recurrente entender lo pernicioso de las fantasías de princesas encantadas y príncipes azules. Hace bastante que entendimos que nada es de ese “idílico color rosa” que se nos asigna como rol a las niñas ni nada es tan bonito como lo relatan los contadores de historias.
Y en eso, en lo de contar cuentos de hadas, hasta que llegué a Torrevieja, no sabía que había una industria incluso más pujante que la multinacional Disney.
Resulta que el Partido Popular local parece tratar de disputarle el puesto. Y es que tienen de todo, desde héroes a villanos pasando incluso por un Gargamel venido a menos. De emperadores desnudos a bufones de la corte.
La factoría de ficción Eduarniana pensó que su último guión- el de los presupuestos de 2020- iba a ser el “taquillazo de la temporada”, pero no les ha durado ni 15 días en cartel.
De taquillazo a gatillazo.
Un cuento de hadas que se creyeron ellos solos (bueno con alguna ciudadana despistada y gente de esta que comparte nombre con el diccionario).
Ni 15 días les ha durado la historieta de que eran los galantes caballeros de “brillantina armadura” que venían a liberar Torrevieja de los dragones. Y es que ha tenido que venir algo tan real como una pandemia global para que el humo se disipara.
Estaría bien que se fueran preparando también para la emergencia climática que viene y comenzaran a pensar en el futuro que le depara a esta ciudad, pero ya sabemos que lo de pensar esta gente popular se lo prefiere dejar a empresas privadas como Hidraqua.
Mejor seguir con las historietas que con el tiempo se vuelven pesadillas.
Resultaba pues, que las que decíamos que la desnudez del emperador estaba ahí, no solo teníamos razón, sino que, y muy a pesar de algunos, se ha destapado que nuestra intención no solo era honesta; sino además cumplía con nuestro compromiso de mejorar la vida de los Torrevejenses.
“Honestidad y Compromiso”; paradojas de la vida, no solo fue el lema de campaña electoral elegido por Los Verdes en 2019, ni un cuento que contar a nadie. Habrá que preguntarse si los que cuentan cuentos cada día, y sobre todo en campañas electorales, cuentos que la realidad les termina reventando cual pompa de jabón en la cara, pueden aplicarse esas palabras.
“Honestidad y Compromiso”. Como fue el de advertir una y otra vez del disparate de inventarse unos presupuestos para poder seguir contándolo cuentos de hadas. Pese a los ataques furibundos, pueriles y, porqué no decirlo, infantiles (a la altura de sus cuentos) que recibimos por poner de manifiesto la fantasía que se habían montado con el proyecto de presupuestos para 2020.
La moraleja de esta historia puede ser la misma que la de “El cuento de la lechera”, o el de “La gallina de los huevos de oro”; pero no seré yo la que saque la moraleja de este cuento; cada cual que aprenda su lección y sobre todo que reflexione.
El futuro lo vistieron con el traje del emperador los que se creyeron ese cuento. Toca y sigue tocando; con honestidad y compromiso vestir el futuro con un traje digno para Torrevieja.
Colorín, colorado…parece que el cuento se les ha acabado.

3 comentarios

  1. «Para las que nos consideramos feministas es recurrente entender lo pernicioso de las fantasías de princesas encantadas y príncipes azules.»

    Si feminismo es condenar al doble de pena por el mismo delito al varón que a la mujer, y despenalizar el crimen moral del aborto, privando al ser no nacido de su derecho inviolable a la vida reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, abomino del feminismo.

  2. Según la RAE, feminismo es:

    «Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.»

    La acepción del término aportada por el primer comentario es una monserga.

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