Julián Carcaño Pareja
Militante de Los Verdes
Resulta sintomático que los dirigentes políticos, los medios de comunicación y las personas que tanto se alarmaron por la convocatoria para el 8 de mayo de 2021 en Madrid de concentraciones feministas al aire libre, guarden un ominoso silencio sobre el riesgo de la corrida de toros programada para el 2 de mayo en Las Ventas con claros tintes electoralistas. Decían entonces que había suspender cualquier tipo de actos por la pandemia. ¿Por qué no piden suspender esta corrida de toros? ¿Acaso ahora son mejores los datos?
Los datos de la Incidencia Acumulada de la Covid-19 en Madrid son muy reveladores:
– El 4 de marzo de 2021, día en el que se prohibieron las concentraciones feministas, la I.A. 252,63.
– El 8 de marzo de 2021, la I.A. fue de 240,89.
– El 26 de abril de 2021, la IA fue de 397,76.
Una concentración en Madrid, como la del día 8 de marzo, al aire libre y con un aforo de 150 mujeres, cercado y con distancia de seguridad fue considerada «un riesgo de salud pública», como aseguró para prohibirla el entonces delegado del Gobierno en la comunidad, José Manuel Franco.
Por contra, se va a permitir la celebración de una corrida de toros el 2 de mayo en la madrileña Plaza de Las Ventas con un aforo de 6.000 personas, que tendrán que pasar por las taquillas y por las mismas puertas de entrada.
Resulta paradójico que se deje a la gente acudir a una plaza de toros y, en cambio, no se permita ningún aforo en los partidos de fútbol, que también son espectáculos al aire libre.
Pero lo más escandaloso de todo es la euforia que manifiesta la irresponsable Díaz Ayuso al saber que Sanidad no va a prohibir la descabella corrida de toros.
En medio de la euforia de IDA y de la carcundia protaurina, el 29 de abril sale la noticia de que la Junta Electoral Central ha ordenado a la Junta Electoral de Madrid que abra dos expedientes sancionadores contra la candidata del PP a las elecciones del 4 de mayo, Isabel Díaz Ayuso, por incumplir la Ley Electoral (LOREG) al utilizar las instituciones para hacer campaña electoral.
El primer expediente versa sobre el acto que el pasado 8 de abril protagonizó Ayuso en la plaza de toros de las Ventas en el homenaje al torero Víctor Barrio, denunciado por Más Madrid. Allí la candidata del PP acudía como presidenta de la Comunidad de Madrid y aseguró que la «tauromaquia» también es «libertad», su lema de campaña. Libertad para contagiar, como dirían los asesores que le dictan las consignas.
A la vista de los antecedentes, no hay duda de que Ayuso y el PP van a utilizar la corrida institucional del 2 de mayo como escaparate electoral de su fin de campaña sin importarles lo más mínimo el riesgo para la salud de las personas.
Los hechos y los datos no ofrecen duda: las concentraciones feministas del 8/03/21 fueron prohibidas en Madrid por motivos ideológicos y por la presión mediática en su contra. Y la vergonzosa corrida electoralista del 2 de mayo va a ser permitida también por motivos ideológicos y por la presión de la caverna mediática a su favor, pese a que ahora hay más contagios por COVID que el pasado 8 de marzo.
El llamado Gobierno Progresista de España tiene una gran contradicción en este asunto.
En cambio, los ecologistas lo tenemos muy claro: ¿Corridas de toros? ¡No! Muchas gracias.
¿Corridas de toros?
Me encantan, como a Miguel Hernández, el gran poeta de la tierra (engañado y traicionado por los comunistas, para quien no hubo plaza en el avión donde los otros se pusieron a salvo), quien antes de ser un poeta famoso trabajó en la Enciclopedia Taurina de Cossío entrevistando a toreros y redactando biografías de los mismos y monografías de las distintas ganaderías y del arte de la tauromaquia en general. De su conocimiento y de sus amor por los toros sacó el poeta sus mas bellas metáforas y figuras literarias.
Al gran Miguel lo conocemos, pero ¿y tú?, ¿quién eres?
Sabemos, y se ha publicado, que anticipar el gobierno de España el confinamiento 2 semanas en marzo de 2020 hubiera salvado 23 mil muertes; pero no, había que celebrar el «infectódromo» del 11-M («El machismo mata más que el virus» y «nos va la vida en ello» -eso lo dijo una significada de la izquierda que se infectó y se fue a curarse a la privada).
Hay quienes no tienen credibilidad y otros, como Santa Isabel, que la tiene toda.