De comités, improvisación y populismo

Y lo han vuelto a hacer, donde dijeron digo varias veces dicen ahora nuevamente Diego. Y ya van algunas. El tema de la contrata de basuras vuelve a enredarse y a dejar la intensa sensación de «deja vù». Podemos decir con estupor que está película ya la hemos visto y no ha tenido nunca un buen final.
Con este gobierno municipal, el gobierno de la oposición a la oposición, del y tú más, del somos los mejores, del atamos los perros con longanizas, no ganamos para sobresaltos en el laberinto del fauno en que han convertido el proceso de adjudicación de la contrata de basuras. Lo del Comité de Expertos para determinar el destino de la adjudicación del mayor contrato de la historia del Ayuntamiento de Torrevieja, es el enésimo intento de sacar de la chistera no se sabe muy bien qué ni cómo esta adjudicación adelante. Pero el continuo ejercicio de malabarismo administrativo está dejando un «a trancas y barrancas» digno del arte del absurdo, convirtiendo a Eduardo Dolón en el máximo exponente de la política dadaísta, donde nada es lo que parece, donde todo parece estar en marcha, anuncios de proyectos para iniciar proyectos que tardarán bastante tiempo en ver la luz, pero que una vez anunciados dan la sensación de que ya están hechos. Ejemplo de libro de la política del populismo al que se ha subido el PP en Torrevieja.
Uno ya no sabe qué pensar ni qué decir. Todo empezó con sacar del Ayuntamiento la redacción de la contrata para entregarla al sector privado, con la excusa habitual que están poniendo para vaciar prácticamente de contenido al funcionariado, de que no se cuenta con medios humanos y técnicos suficientes, por lo que se ve, para casi nada. El informe contrario de un técnico que argumentó que el Ayuntamiento sí contaba con personal técnico cualificado para llevar a cabo dicha tarea levantó la mayor caza de brujas contra el funcionariado local que se ha vivido en Torrevieja. Y que se ha resuelto, dicha caza de brujas, judicialmente a favor de los funcionarios afectados. No ha habido por parte del alcalde ni una muestra de sonrojo ante lo que fue una locura desde el primer momento y que el grupo socialista le advirtió de manera clara.
Luego vino todo el show de Barrio Sésamo de paralizar la contrata inicial para acometer la creación de una empresa pública, con el argumento dado por la interventora municipal de que no había recursos suficientes para afrontar el proyecto inicial. Dejando a un lado la improvisación que esto supone de planificación del proyecto de presupuestos, que dejó en evidencia que lo único que motivo que aquel presupuesto se llevase a pleno, tal y como llegó al mismo, no fue el de afrontar la crisis económica y social generada por la pandemia, sino intentar llevar a cabo la adjudicación de la contrata de basuras. El asunto se torció cuando la cosa comenzó a no ir por donde, «aparentemente», supuestamente, se quería desde el gobierno municipal. Y todo se paralizó abruptamente incluso con el proceso de apertura de plicas ya estaba en marcha.
Y pasamos a la fase de Comité de Expertos que, semánticamente, suena muy bien, pero de nuevo la improvisación ha dado los frutos esperados, el caos y el desconcierto. Según ha aparecido en los medios de comunicación, tres de los cuatro miembros designados para formar parte del Comité de Expertos han alegado en contra de su designación para formar parte del mismo. Sólo el director de Urbanismo y Proyectos, un alto cargo nombrado a dedo por el alcalde Eduardo Dolón, ha aceptado el nombramiento.
No sé ustedes, pero creo que Torrevieja merece una mejor gestión que la que está llevando a cabo el gobierno de Eduardo Dolón en este asunto y en otros muchos.