La nueva política

Domingo Pérez Gutiérrez
Exconcejal del PSOE de Torrevieja

Debo reconocer que me he equivocado. El nuevo líder, prematuramente proclamado carismático, del Partido Popular, me ha hecho errar en mi apreciación de cómo iba a ser el rumbo que tomaría a partir de su presidencia la política del PP.
Por lo que le escuchaba en sus primeros discursos y entrevistas todo me parecía un auténtico déjá vu, un revival puro y duro de otros tiempos marianistas, mezclados con pátina gallega de personaje con poder absoluto, con todo lo que esto lleva consigo.
Ya comenté que me parecía un tipo que decía y se desdecia con asombrosa, y no por ello inesperada, facilidad.
Pero no. Con sus últimas declaraciones se me ha caído el sombrajo. Escuchar y ver a un político del siglo XXI declarando sin pestañear que el motivo de la, según él, mala praxis política del Presidente del Gobierno era debido a su falta de “buen corazón”, es tan novedoso y original que apostaría a que ni el más sesudo analista podría encontrar algo más nuevo en política, y creo que, conociendo como se las gasta la derecha española, con mucho recorrido, ya que si lo pensamos bien, es un campo sin explorar que puede dar sus frutos, ya que en otros partidos rivales debe haber muchas réplicas de corazones tipo Sánchez.
Así que mi creencia de que el nuevo PP era una vuelta al pasado fue un error. Confié en mi percepción de lenguaje oral y gestual de su nuevo presidente para lo del revival y parece que no es así…aunque no sé por qué pero me da que el “nuevo” PP tampoco renovará el Consejo Superior del Poder Judicial. Por el bien de España, claro.

5 comentarios

  1. A ver si le explico lo del caletre con alguna objetividad. Para ello me valdré de la política exterior, a modo de ejemplo, pero me serviría igual la economía o cualquier otra área que me dijera:
    1. La primera visita oficial de Sánchez no fue a Marruecos, con lo que rompió una tradición que inició Felipe González y que han mantenido el resto de presidentes del Gobierno. Marruecos interpretó el gesto como un desplante de Sánchez y un cambio de rumbo en las políticas exteriores españolas debido a la influencia de Podemos en el gobierno de coalición. ¿Esto lo ha entendido? ¿Seguimos?
    2. Iglesias se alineó con el Polisario cuando éste declaró el estado de guerra.
    El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, decretó en noviembre del año pasado el estado de guerra en todo el territorio del Sáhara al considerar roto el alto el fuego firmado con Marruecos en 1991 a raíz del ataque en el paso fronterizo de Guerguerat, que Ghali atribuyó a Rabat. ¿Se acuerda?
    Pablo Iglesias, en aquel entonces vicepresidente segundo del Gobierno, apoyó al Frente Polisario a través de un mensaje de Twitter en el que hizo referencia a la resolución del 13 de febrero de 1995 en las que el Consejo de Seguridad «reitera su empeño en que se celebre, sin más demora, un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental».
    La declaración no sentó bien al Gobierno de Marruecos y nuevamente castigó a España con el bloqueo durante días del desembarco de pesqueros españoles en las costas cercanas a Mauritania, lo que implicó pérdidas valoradas en un casi un millón de euros.
    3. Las visitas de Marlaska a Argelia
    El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha viajado hasta en tres ocasiones a Argelia para entrevistarse con varias de sus principales autoridades, incluido el presidente Abdelmayid Tebún. La lucha contra la inmigración irregular fue la excusa oficial de la visita en la que también se trataron «nuevas vías de cooperación» entre ambos países, sin explicar exactamente en qué consistían esas nuevas vías.
    Las reuniones con Argelia han despertado los recelos de Marruecos. Para ello hay que entender que la relación entre Marruecos y Argelia nunca ha sido fácil y el Sáhara Occidental está en el centro de sus disputas. El papel del Frente Polisario es importante, pero para Marruecos el verdadero enemigo es Argelia, sin la cual el Polisario no existiría. Cuento con que esto lo sabe.
    En este caso, desconocer la posición de España con respecto a sus intereses en Argelia, ha fomentado el incremento de las tensiones diplomáticas entre Rabat y Madrid. Éste es posiblemente el motivo más determinante para que Rabat decidiera atacar las fronteras españolas con una crisis migratoria sin precedentes. También se tiene que acordar…, pues supuso nada menos que la llegada de más de 8.000 inmigrantes a Ceuta. En aquella ocasión la portavoz de Podemos, Isa Serra, acusó a Rabat de usar a las «personas que huyen del hambre» para su «chantaje diplomático». Por su parte, el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha recuperado uno de los argumentos empleados por la formación morada en anteriores ocasiones y ha exigido sanciones a la fortuna económica del monarca marroquí Mohamed VI como arma de presión.
    4. Cambio en las alianzas históricas.
    Gracias a esta errática política de desplantes y acercamientos a unos y a otros sin cabeza, Sánchez finalmente ha tenido que variar la posición española tradicional en el Sáhara, por su cuenta y riesgo; pero he aquí que mientras fue a rendir pleitesía al Sultán (que puso la enseña nacional boca abajo -no cabe mayor insulto; mientras se reía-), su socio le sublevó el gallinero he hizo aprobar en su ausencia una declaración del Congreso de apoyo a las determinaciones de la ONU para la resolución del conflicto saharaui.
    5. Ghali en el hospital de Logroño
    El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, aterrizó en la base militar de Zaragoza el pasado 18 de abril en un avión medicalizado procedente de Argelia. Posteriormente, ingresaba en el Hospital San Pedro de Logroño con un nombre falso. Para el gobierno marroquí esto supone otro desaire más por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Sabe que está siendo investigado por la Justicia.
    Sobre Ghali pesa una imputación de la Audiencia Nacional por presuntos delitos de violación, asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas, desapariciones y lesa humanidad. Por el momento, el líder del Polisario se ha negado a firmar la notificación judicial para declarar el próximo 1 de junio.

    Resumen y conclusión: Como consecuencia de esta falta de cabeza política, el gas argelino ha dejado de fluir y se ha encarecido tremendamente. Mientras, el primer ministro de Italia, Mario Draghi, anunció hace unos días en Argel un acuerdo de cooperación estratégica y un aumento de la importación de gas desde Argelia, que atraviesa una inédita crisis diplomática con España, por su viraje en la cuestión del Sáhara Occidental.
    El acuerdo contempla el envío de 9.000 millones de metros cúbicos de gas, de los cuales un tercio será importado por Italia en los próximos días, mientras que los otros 6.000 millones se enviarán el próximo año.
    Las relaciones entre Argelia e Italia han sido constantes en los últimos meses, al tiempo que se deterioraban con España, y la visita de Draghi es consecuencia directa del apoyo de Sánchez a la propuesta marroquí de extender su soberanía al Sáhara.
    El citado acuerdo estratégico supone que perdemos la consideración de cliente preferencial con Argelia y que se revisarán los precios del gas a su «cliente español» mientras que mantendrá la misma tarifa para el resto de países.

    El país magrebí, principal suministrador de gas natural a España, ya decidió el pasado mes de octubre cerrar el gasoducto Magreb Europa (GME), que surtía a España y Portugal a través de territorio marroquí, aunque ha garantizado el suministro a través del gasoducto de Medgaz, que une directamente a los dos países, y de buques metaneros.

    La reciente visita del presidente español, Pedro Sánchez, a Rabat en la que escenificó con el rey Mohamed VI su cambio de política sobre el Sáhara Occidental, no ha hecho más que avivar el descontento.

    Éramos amigos de todos, garantizábamos nuestros intereses y teníamos en el Sáhara una postura acorde con la legalidad internacional. Desde que Sánchez y su caletre lo han desbaratado todo, somo archienemigos de todos, hemos perdido el gas y mientras el presidente subvierte la posición tradicional de España, el Parlamento en su ausencia le desmiente.

    ¿Se da cuenta de lo que quiero decir que tiene poquico caletre? Y lo mismo ocurre en todas las otras áreas. Sr. Sánchez, su poca cabeza le sale muy cara a los españoles.

  2. Otrosí de caletre poquico le digo, ahora en relación con la Constitución y la Ley: (leído en internet) «El Consejo de Estado reprueba la ley de Seguridad Nacional
    El órgano consultivo no ve encaje legal a los servicios forzosos que quiere aprobar Moncloa para casos de crisis
    No puede eliminarse el derecho a recibir indemnización por ayudar al Estado, avisa el organismo
    Moncloa trampeó durante la tramitación de la ley de Seguridad Nacional para reducir la crítica».
    Una esto a los dos estados de alarma declarados inconstitucionales por el TC y se dará cuenta que no hay cabeza. Empezaron con Franco (en mi opinión una tropelía) y se vinieron arriba, hasta que les han parado los pies. Pero no dimite nadie.
    Lo de Franco es muy fácil: las resoluciones de las administraciones públicas han de ser consecuentes. A Franco lo puso en la Basílica de Cuelgamuros el Estado Español hace 47 años y no lo puede sacar Sánchez porque sí (incoherencia grave administrativa)

  3. Ayer, un gobierno de Sánchez, que no se sostiene, escenificó su dependencia de los separatistas de las CUP y de los herederos de la ETA (Bildu -Mercedes Aizpurua, condenada por enaltecimiento del terrorismo, directora de Gara y autora de perpetrar una biografía del criminal Argala-), a cambio de una maniobra de la presidenta del Congreso (la catalana socialista del falso derecho a decidir, Batet), para meter en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso a los enemigos de España.
    ¿Tiene alguna opinión, don exconcejal?

  4. Meter a 4 grupos separatistas al los secretos del CNI (Bildu, ERC, Junts y CUPs) es de tener caletre ninguno. Y aquí lo dejo por no faltar.

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