La comunidad británica celebró en Torrevieja el Día de las Fuerzas Armadas del Reino Unido

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Foto: J. Carrión

La comunidad británica celebró el pasado 25 de junio en Torrevieja el Día de las Fuerzas Armadas del Reino Unido. El acto se inició en la calle Concepción con un desfile de banderas y grupo de gaiteros, seguido por las autoridades, representantes del Consulado de Reino Unido en Alicante, así como el concejal de Seguridad y Emergencias, Federico Alarcón. Después se ofició una misa en la Iglesia Arciprestal de la Inmaculada Concepción en honor a los veteranos, a la asistió también la concejal de Residentes Internacionales, Gitte Lund Thomsen. La misa, cantada por el coro de la Iglesia Anglicana, contó con un homenaje a las banderas y a los caídos británicos.

 

4 comentarios

  1. Gibraltar tiene el triste honor de ser la última colonia en territorio europeo, y paraíso de toda suerte de desmanes (por ser fino). Hay un mandato de descolonización a la potencia invasora por parte de la ONU (reiteradamente desoído). No existe en Utrech ningún derecho de soberanía del pueblo importado.
    Ningún representante público debería permitir ni participar en espectáculos semejantes por dignidad nacional, por memoria histórica (esta sí) y por legalidad internacional. Yo no vendería mi alma al Diablo por un puñado de votos.
    Ah, y que se sepa que el status jurídico de las Islas Malvinas es perteneciente a la soberanía de la Corona de España.
    Viva el almirante D. Blas de Lezo, vencedor de los ingleses en Cartagena de Indias y viva el poeta originario aragonés Augustin Louis Marie de Ximénès que supo retratarlos.

  2. Por cierto, el anglicanismo es una rama del protestantismo surgida por situación tan peregrina como la siguiente:
    Catalina de Aragón (1485-1536) fue una princesa española que se convirtió en reina de Inglaterra y primera esposa de Enrique VIII de Inglaterra (r. 1509-1547). Cuando el matrimonio no logró producir un heredero varón, Enrique trató desesperadamente de divorciarse de Catalina y hallar otra esposa. Catalina se negó a cooperar con los deseos del rey y el Papa se rehusó a anular el matrimonio, lo que llevó a Enrique a tomar la drástica medida de separar la Iglesia de Inglaterra de Roma.

    Si yo fuera alguien en la Iglesia Católica ese espectáculo en un templo jamás se hubiera permitido.

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