Al final la izquierda de Pedro Sánchez ha revalidado su liderazgo y se ha fortalecido. Y ha salido victorioso y limpio del fango del 28D, donde los tres que cabalgaban juntos y sus verborreas insultantes, deleznables, corrosivas, histriónicas, despreciables -y no quito ni una coma-, los han dejado patidifusos, confusos y descabalgados de sus pretensiones fallidas. Ahora toca de nuevo otras elecciones; para las alcaldías, las autonómicas y las europeas.
De nuevo los tres «caballistas del rodeo», cabalgando separados ya tras la debacle demoledora y su batacazo morrocotudo, «enmarcados», con sus felonías de turno. Ahora, el cordón naranja, la derechita cobarde y el jinete salvador de la patria «descarriada» y su reconquista, ya en caída libre. Y dispuestos a dar sus propias batallas embarradas. Perdieron. Y eso que iban reforzados con «chaqueterismo» de tránsfugas. Figuras prominentes de distinto partido, y otros llamativos de adorno sin lucimiento ni idea de nada.
Desde aquí hago un llamamiento. Que, al igual que hemos derrotado a los de la Plaza de Colón que quieren quitarnos los derechos humanos esenciales de la libertad, la igualdad, la justicia, la solidaridad, de nuevo sean derrotados. Y aquí, en Torrevieja, nuestro pueblo, la derecha de la corrupción y sus formas gramaticales de expresarse, no tengan fuerza suficiente para imponerse y ganar la Alcaldía el gobierno del pueblo. Las izquierdas, mujeres y hombres de la libertad, el progreso, la igualdad sin fisuras y la justicia, salgamos a votar para ganar de nuevo nuestros derechos irrenunciables sociales, humanos y libres.
Posdata: Lo que más me subleva, me irrita y me da el «histérico», como decía mi abuela, es que esta derecha prepotente, supremacista, elitista, de clase y estirpe genealógica rancia, del paleolítico cavernario, cree que sólo la derecha tiene, por herencia de nada, derecho a gobernar la patria que, según sus cánones bíblicos prehistóricos, sólo es de ellos. La izquierda sólo es masa. Esa masa que hace fermentar y crecer en todo el mundo el «pan» que sostiene la humanidad, la enriquece y engrandece, con su esfuerzo.
Josefina García
Juicio desquiciado:
«Las izquierdas, mujeres y hombres de la libertad, el progreso, la igualdad sin fisuras y la justicia,..»
Libertad: Si doy una opinión favorable de los gobiernos de Franco (por más objetivos que sean) me llaman facha. Si me manifiesto con mi bandera de España por la unidad indisoluble de la Patria (que la Constitución consagra), me llaman facha. Si opino contra el aborto y el homosexualismo, me llaman facha. Si denuncio que la mayor fosa común de la Guerra civil es Paracuellos, me llaman facha.
¿De qué libertad habla esta señora? No de la libertad de expresión. Si me manifiesto contra el criminal Ternera o el criminal Otegui en sus pueblos natales, y contra los homenajes a los etarras, me pegan. Tampoco libertad de acción.
Igualdad: Si pido condenas ejemplares contra los golpistas catalanes (igualdad ante la ley con los condenados del 23-f), denuncio los planes de indulto y el filibusterismo político de los dirigentes de ciertos partidos que disculpan el separatismo, me llaman facha. Si denuncio que las leyes «viogen» discriminan al hombre por razones de sexo, me llaman facha. Si digo que el cupo vasco y navarro deben ser abolidos, me llaman facha. ¿De qué igualdad habla esta señora?
Progreso: Cuando gobierna la izquierda se produce déficit, deuda, recesión y paro, hasta que llega la derecha lo arregla y nos salva del rescate. ¿De qué progreso habla, señora?
No hable de justicia nadie que sea tan parcial y tan injusto en sus juicios.
Si escribe igual que piensa, Dios nos libre.
«batacazo morrocotudo» ha sido el del pentapartito pentaperdedor verdepancatalanista y comunista.
La acompaño en el sentimiento, señora.
Y si masca chicle, procure no morderse.