Razones para un acuerdo

Y saltó la sorpresa. El Partido Socialista de Torrevieja dejó atrás sorpresivamente una etapa de enfrentamiento y división, que ha llenado titulares y noticias en prensa escrita, televisión, radio y redes sociales, y cerró un acuerdo interno para presentar una lista única y de consenso para elegir a la nueva ejecutiva local del Partido Socialista. Un acuerdo inesperado, si nos atenemos a la historia reciente. Y así lo han reflejado los medios de comunicación.
En estos últimos tiempos he tenido un diálogo intenso con la militancia y con numerosos simpatizantes que me llevó al convencimiento de que el hartazgo de militantes y simpatizantes por esta situación de división y pelea pública necesitaba de gestos y hechos en la dirección contraria. Es decir, que alguien diera un paso hacia la integración y el respeto mutuo, un paso en el que contaran más los intereses colectivos que cualquier otro tipo de intereses particulares o de camarillas. La organización por encima de las ambiciones personales.
Nunca antes había tenido la última palabra, la posibilidad de marcar conjuntamente el camino. En otros momentos importantes puse sobre la mesa propuestas «win to win» para alcanzar acuerdos, pero no fue posible, los que tenían la última decisión en uno u otro lado optaron siempre por el enfrentamiento. Pero ya no es tiempo de pasado, sino de presente y de futuro. Agua pasada no mueve molino, no deberíamos olvidarlo. Algunos no deberían olvidarlo.
Todos los acuerdos suelen ser recibidos con división de opiniones. Hay quienes lo consideran un acto de valentía y madurez y quienes lo tachan de traición y cobardía. Las dos opiniones son ciertas y erradas al mismo tiempo. Y lo digo con conocimiento de causa, apelo a la locución latina «cognita causa» para subrayar que sé de lo que hablo.
Pero la unidad es un objetivo que necesita esfuerzo y, sobre todo, interés y tenacidad en concretarlo, en convertirlo en definitivo. Esta nueva ejecutiva de la que formo parte junto con otros miembros de indudable valía nace con el convencimiento de que venimos a trabajar desde el sentido común y no desde las vísceras. Soy consciente de las dificultades y las asumo desde el primer momento. Este acuerdo no tiene letra pequeña, es claro y transparente, antes que prolongar la división y obtener, unos u otros, una exigua victoria, optamos por una lista conjunta. Un primer paso para alcanzar el futuro. Quienes me conocen saben que no tengo vocación de jarrón chino. Creo que tengo cosas que aportar a mi partido, a mi grupo municipal y a Torrevieja. Y defenderé mis ideas, mis principios y mis convicciones con el mismo entusiasmo y la misma libertad que hasta ahora. En la palabras pactar y acordar no caben ni la derrota ni la claudicación. La heterodoxia es el terreno de juego en el que la política alcanza sus mejores cotas.