En estos últimos tiempos en los que nuestra política anda bastante revuelta, para mi modo de ver y pensar, sobre todos estos aspectos que no están solucionando nada en nuestro país, hasta incluso existe el miedo de que la lluvia de millones que estaba prometida por la Unión Europea, se ve peligrar, al igual que los 11.000 M. que el Gobierno había prometido para ayuda de los pequeños empresarios y autónomos, se han visto frenados de momento y, además, la ayuda no va a ser, en el caso de que termine siendo aprobada, en forma de efectivo, o sea, que, en lugar de ser ayudas monetarias, en su mayor parte van a ser ayudas en especie, lo que, aparte de una cantidad ridícula con respecto a las pérdidas de algunos sectores, veremos a ver cuándo y cómo llega.
El desempleo ya ha superado los 4 M. de personas y estamos contemplando que muchas familias que eran de clase media, hoy están en las colas llamadas del hambre, pues han quedado sin recursos económicos, de forma tal que no pueden ni siquiera comer, dependen de la generosidad de los Bancos de Alimentos, Caritas, Cruz Roja y otras asociaciones que están dedicándose a atender las necesidades de todas estas familias, ya que el estado no tiene medios para poder hacerlo.
Presto mi servicio como voluntario de Caritas, dedicándole todas las mañanas de lunes a viernes. A ella están llegando personas que llevan meses sin cobrar los famosos ertes, por lo que se encuentran en precaria situación económica y precisan de las ayudas de estas instituciones; si no, se generaría un problema grave en nuestro país.
Cuando una persona quiere y desea llegar a un acuerdo con otra, se consigue siempre que haya voluntad de hacerlo. Lo hemos visto en el acuerdo entre el Partido Socialista y el PP, en cuando al consejo de Televisión Española. En cambio, otro acuerdo que estaba prácticamente hecho, el CGPJ, no se ha podido llevar a término por falta de voluntad de alguna de las partes, pues, si esta hubiese existido, se habría realizado.
En muchas ocasiones y, en especial, cuando nos interesa, se dice: «es que en los países europeos se hace» o «en Europa ya existe», pero cuando el asunto no nos interesa, no nos fijamos en lo que hacen otros países europeos. En Italia, un país muy parecido al nuestro en cuanto a discrepancias gubernativas y caracteres, con una economía menos afectada que la nuestra, ha encontrado una solución para salir de esta crisis provocada por la Covid-19, y su solución ha sido la de disolver el Gobierno, nombrando Jefe de Estado a un tecnócrata, una persona que ha sido responsable varios años de la economía Europea, con muchos aciertos y apreciado por todos los países, encargándole la formación de un Gobierno de técnicos con independencia de sus ideas políticas, creando una plataforma de Gobierno completamente estable y la que todos los partidos políticos han aceptado. ¿Por qué no copiamos estas cosas de Europa? ¿A quiénes no les conviene? Yo creo que a todas aquellas personas que se abrazan al poder o quieren alcanzarlo.
Al establecer tantos elementos de contrariedad y separación entre unos políticos y otros, pues todos se creen los mejores, puede ocurrir como en los Evangelios, donde la palabra de Jesús se hace actual en cada momento, el tiempo no la puede dejar obsoleta como algunos piensan. En una de sus parábolas, y conociendo las diferencias entre los judíos y los publicanos, estos últimos, considerados por los primeros como pecadores y ciudadanos corruptos, pues generalmente ocupaban los puestos de recaudadores de impuestos para los romanos o cargos no deseados por ellos, que se consideraban puros y mejores que los otros, llegando a odiarles; Jesús les dice: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: «¡Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo».
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador».
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
En el salmo 144 se dice: «El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas».
Para Él no existe el tiempo y tiene una grandísima paciencia, siempre está esperándote a que respondas a su llamada.
Carlos García
Carlitos, no te líes:»Quien absuelve a un reo y quien condena a un justo, ambos son abominables ante Yahvé» Proverbios 17:15. Mañana todos a Colón: PSánchOE, dimisión!!