La actividad frenética en estos días, de inauguraciones y eventos, con presencia de políticos por todas partes, hace pensar que estamos ya casi en pre-campaña. Sólo nos vuelve al día de hoy el hecho de que aún no hay candidatos claros -al menos, de los partidos mayoritarios- debido al batiburrillo que tienen montado internamente; uno con publicidad adicional y el otro calladamente, pero ambos por igual. Y es que a ver quién se atreve, a menos de un año de las elecciones municipales, a adelantar quién será el candidato del PP o del PSOE para la Alcaldía. Entre los que quieren y no pueden, los que dicen que no, pero «puede», y los que esperan por los alrededores para ver si cae algo, ahí están todos pendientes de un hilo. Y tantas «veletas» sin saber hacia dónde tendrán que girar…
A aquellos que sentimos de verdad a Torrevieja y luchamos cada día por mejorarla, dejándonos la piel para lograrlo, nos duele ver ciertas cosas. A los nacidos aquí y a los que un día llegamos y nos quedamos, tan enganchados a ella, que cada vez que viajamos por el mundo sólo nos sirve para confirmar que es aquí donde queremos vivir y trabajar, donde echamos raíces y nos sentimos realizados; nos duele tanto lo que pasa en esta ciudad, que nos negamos a asentir a todo porque sí, porque así lo dicta alguien que podrá quererla tanto como nosotros, pero seguro que no más. Si por ello se nos quiere castigar, lo sentimos, sobre todo por Torrevieja, que es quien acabará pagando los errores de unos y otros.
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