Rompiendo moldes

Hoy, contra mi costumbre de contar cosas de cuando era pequeña o de la gente de mi pueblo, voy a romper moldes para daros la receta de la tarta de limón, solicitada por uno de mis lectores, que la probó y me ruega la dé a conocer, porque, según él, es un pecado omitirla, más viviendo en la tierra de los cítricos. Si no quereis trabajar mucho, en Mercadona venden las bases de tarta, que vienen cortadas en 3 rodajas. En casa ponemos un vaso de azúcar, 1/2 de agua a hervir 5 minutos, dejar enfriar y meter en nevera. Al día siguiente, pondremos 4 yemas en un cazo, 4 cucharadas de azúcar, 3 de harina y 1/4 de leche fría, mezclar bien y arrimar al fuego batiendo despacio hasta que espese, se aparta y, mientras se templa, rallar una cucharada sopera de cáscara de limón, que se mezcla con la crema. Hacer zumo de limón, 8 cucharaditas, y echarlo poco a poco moviendo para el mismo lado, con el fin de que no se corte. En fuente redonda se pone una capa del bizcocho, que se emborracha con el jarabe del día anterior; se le pone un poco de la crema, así las 3 capas. Después se cubre de nata, se adorna con «anisicos» de color y algo de fruta de temporada, o nueces. También se puede sustituir la nata por merengue (merengue: batir azúcar en el vaso de la turmix hasta hacerla polvo. Batir las claras a punto de nieve y ponerle el azúcar molida despacio y adornar con eso la tarta de la misma forma que con nata). Otro día, si me lo solicitáis, os daré la de café (capricho de dioses).

2 comentarios

  1. la voy a poner en nuestro apartado de face—–alli la podrás ver y hacer,sale rikisima y con una textura muy fina

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