Alfonso X el Sabio (1252-1284)
Una de las grandes procupaciones por moderar los cambios en nuestra época, además de la emisión de gases a la atmósfera, será pronto la acumulación de ruidos en nuestro entorno que se amasijan creando lo que ahora se denomina la polución de decibelios.
No hay silencio si no está intercalado entre palabras, según aquel slogan neoplatónico, pero será el interludio el que dé sentido a lo que decimos, porque nunca nos traicionará, decía Confucio, que utilizaba la técnica de intercalar pausas al marmoteo para hacer adivinar significados sobre los que nunca hubiéramos sospechado. Y Cervantes añadiría que nunca desestimaremos el silencio, pues siempre tiene dobles sentidos.
He querido citar una frase de Alfonso X, rey de Castilla y León, ya que se mereció el título de Sabio por su empeño en integrar las tres tradiciones monoteístas peninsulares en lo que él denominaría «la cultura de síntesis», que se llevó a cabo a través de traducciones en la escuela que él fundó en Toledo. Su lema fue siempre «hacer algo sin tanto hablar», y de él se comenta que no toleraba el uso injustificado de los sonidos que hieren el oír, pues de lo contrario «nos comportaremos como tinajas sonoras que, cuanto más vacías estén, más estrépitosas resultarán». Es fácil el acceso a su obra a través de Google y he pasado una tarde de reposo mientras el bullicio comenzaba a invadir las calles de Torrevieja, una vez superada la canícula del día.
Yo al menos, en cuanto a los estrépidos, sigo el criterio de mi perra Zuri, que se emboba con cualquier tipo de sonidos melódicos, pero, tan pronto como comienzan los chupinazos de los cohetes o los «olés» y vítores de triunfo, se emperra en cobijarse en los rincones debajo de los catres de las camas.
HECHOS Y DICHOS
El insensato cree, como el gallo, que el sol sale para oírle sus cantinelas. George Eliot
ES UN DECIR MÁS
¿A qué viene toda esa pompa de decires, si nací y moriré desnudo?
Dejar una contestacion