Hace unos cuantos días, en un programa de televisión que emite la primera cadena de Televisión Española, llamado «Españoles en el Mundo», salieron unas cuantas personas de nuestro país que viven en Tailandia, más concretamente en Bangkok, su capital. Estas personas han rehecho sus vidas en ese país, donde han encontrado trabajo y estabilidad, así como, algunos de ellos, a la persona con la que compartir sus vidas. Todos ellos gozan de una buena posición económica e incluso tienen allí sus propios negocios.
Lo que me llamó la atención de todos ellos fueron sus expresiones sobre el excelente comportamiento de los tailandeses, su amabilidad y su cortesía, así como su disponibilidad para ayudarse entre ellos y especialmente con las personas extranjeras, exaltando estas cualidades como resultado de su religión budista y producto de la gran dedicación que estas personas hacen hacia la meditación religiosa buscando la perfección.
¡Qué lástima! Estos mismos españoles han vivido en nuestro país, donde descendemos de un cristianismo católico, la mayor parte de su vida, y su falta de religiosidad y su alejamiento de Dios les ha llevado a tener un gran desconocimiento de su propia religión. Desde hace 2011 años, contamos con el ejemplo de los primeros cristianos, que vivían en comunidad y donde todos se querían, no faltándoles nada a ninguno, pues, todo se compartía y donde se dedicaba mucho tiempo a la meditación de la Palabra de Dios. Esto nos lleva a la conclusión de que nosotros tenemos las mismas condiciones y formación mejores para ser también amables y corteses con los demás y ayudarnos unos a otros, pues el amor que Jesucristo nos dedica a todos, debemos trasladarlo hacia los demás, tal y como Él nos enseñó.
Pero, ¿qué es lo que ha pasado? Pues, muy sencillo. Que nuestros egoísmos personales y las ansias de poder nos llevan a una ausencia casi absoluta de amor entre nosotros y, en lugar de dedicar alguna parte de nuestra vida a meditar en la Palabra de Dios y saber qué es lo que nos está diciendo con respecto a la construcción de su Reino, nos dedicamos más a criticarlo y a luchar contra todo aquello que Él nos enseña, incluso queriendo volver a crucificarlo, pues ya no sólo bastan las películas que nos lo presentan como conviviente y amante de María Magdalena o aquellas otras que reflejan historias falseadas a los intereses económicos de los productores, sino que ahora se han atrevido a filmar una nueva película llamada «Corpus Christi» (Cuerpo de Cristo), donde lo presentan junto a sus discípulos como un homosexual.
¿Ven Uds. la diferencia? Las otras religiones monoteístas (el Judaísmo y el Islam), incluso el Hinduismo y el Budismo, son tratadas con todo respeto por sus practicantes e incluso casi nadie se atreve a meterse con ellas, pero lo que es el cristianismo no para de ser atacado y manipulado por intereses y egoísmos económicos ausentes de toda religiosidad, más bien llenos de maldad y de analfabetismo religioso.
Desde aquí, y, aunque sea por curiosidad, les animo a leer la palabra de Dios y meditarla, les llevará a una auténtica y real libertad, así como a comprender el auténtico y verdadero cristianismo.
Carlos García
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