Vi el partido de fútbol, por decir algo, entre España y Liechtenstein, una vez que una lectora audaz me espetó aquello de que le gustaba mi pluma. Yo interioricé lo de la pluma y me surgió lo del plumón. Total, que me volví a hacer un lío. Así que me salió un titular periodístico de tomo y lomo: «entre la pluma y el plumón». Pluma hay que tener para escribir de la calle Caballero de Rodas, y ojalá la mantengan tal cual, como apuntaba Manuel Pamies, para ejemplo histórico de lo que no debió permitirse nunca (a no ser que hubiera alguna cosa rarica de por medio, cosa que dudo porque como hubo tanta transparencia…, claro que el Gobierno de España tampoco debió permitir) un alcalde ya muy lejano. Pluma hay que tener, también, para escribir sobre los proyectos del arquitecto Calatrava, pagados y nunca ejecutados, cosa que tampoco debió permitirse bajao ningún concepto, porque la cosa en sí es con dinero público; al igual que ha ocurrido con el proyecto del Balneario de Lodos, Parque de Relajación, del prestigioso arquitecto Toyo Ito, que se inició sin permiso en una zona que no es del Ayuntamiento, volviéndose a pagar con dinero público, aunque creo que faltan muchos euros por pagar. Pero que alguien haga algo en la zona porque aquello resulta feísimo, o sea, que ni como supuesta atracción turística tiene tirón. Jamás debió permitirse tal dislate o irregularidad. Y, como estoy puesto de locura en locura, ídem del lienzo pasa con la remodelación o reestructuración de la plaza de La Mata, Encarnación Puchol, que seguro quedará bien, pero que al menos se ejecute con todos los permisos reglamentarios; claro que, como el ex estaba más puesto en abrirse que en ocuparse de hacer las cosas medianamente bien, pues… el marrón para otro. Y suma y sigue. Y ya no quiero entrar en detalle del nuevo Auditorio, que iba a ser Palacio de Música Internacional para Discapacitados, que pasará seguramente a ser futuro Palacio de Congresos, que igual se queda ahí como inmueble faraónico, porque ese pedazo de obra, unos cuarenta millones de euros, que se dice pronto, habrá que mantenerlo, con su pelo y lana, su luz, su agua, su limpieza, sus actos, sus dimes y diretes. Y si eso no es una verdadera locura, que baje Dios, lo vea, y luego opine, si sabe o se atreve. Dios dirá… Y esto no es pasar factura a nadie, que conste. Pero es que, como todo cuesta tanto dinero y ese dinero con el que se juega es de todos…, ahora vienen las madres mías, las tuyas y las suyas. Y que cada palo aguante su vela o velón. Y aquí paz y allá gloria.
Paz y gloria
Como paz y gloria es lo que desea uno que exista entre los ediles del Consistorio, todos en general, y en particular entre Domingo Soler y el primer teniente de alcalde, concejal de Hacienda y Economía y diputado provincial, Joaquín Albaladejo. Me da la ligera sensación de que el pique entre ambos es ancestral, vamos, que viene de lejos, de anteriores mandatos. Está claro que uno tiene mucho poder, el que le ha otorgado la mayoría de la ciudadanía, y el otro, pues tocando pelo en la oposición, a pesar de que tuvo mucho poder en otros mandatos, poder, experiencia, influencia y demás. Por eso de la experiencia, sería conveniente que Soler le preguntara directamente al concejal de Hacienda todo lo relacionado con el supuesto desvío de fondos en el tema del pago de la tarjeta del transporte. Porque, ¿qué culpa tiene el bueno del delegado Antonio Boix de lo que está pasando con la tarjeta del transporte y el número de cuenta primigenio?
¡HOLA OSCAR! Que sorpresa encontar este despliegue de pensamientos tan acertados. Enhorabuena y sigue, que sere una fiel lectora tuya. Un abrazo.