Aunque no lo parezca, nos encontramos de nuevo en precampaña electoral. Será que el adelanto de las elecciones generales nos ha pillado tan cerca de las locales que estamos aún agotados y sin fuerzas para comenzar de nuevo. Pero lo cierto es que las tenemos a la vuelta del mes próximo. El 20 de noviembre está muy cerca y el panorama se encuentra demasiado revuelto. Todo parece indicar que habrá un cambio total y lo cierto es que se hace necesario, para ver si sirve de revulsivo y anima un poco los mercados. Lo que sucede es que no está tan seguro que el cambio político traiga consigo un cambio económico, pero al menos serán otras formas, porque lo que es cierto es que las actuales están agotadas, ya no dan más de sí, esto de estar cambiando continuamente -ahora quito impuesto, ahora lo pongo de nuevo, ahora bajo velocidad, ahora la subo…- tiene al personal ya muy desconcertado, sobre todo cuando la situación no mejora.
Mientras tanto, la justicia continúa su curso. Aunque a veces nos parece que no funciona, debido a su lentitud, pero a la larga llegará. Es bueno para todos que funcione como es debido, sobre todo para que nadie se crea impune, por muy arriba que haya estado, o por muchas trampas que intenten llevar a cabo. Cuando llegue el momento, cada cual tendrá que apechugar con sus culpas, o así debería ser, para que aquellos que están decepcionados y creen que no funciona la justicia, que sólo favorece a unos pocos, puedan darse cuenta que no es así, que cuando se tiene paciencia y constancia llega un día en que se reconoce la razón a quién la tiene. Aunque cueste muchos sinsabores y haya que aguantar baladronadas, pero al final llegará el juez y pondrá las cosas en su sitio, es lo que todos esperan.
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