Oro, incienso y mirra

Escribí de fiestas. Y pasó Reyes cerrando calendario. Chicos al colegio, aunque cueste. Que los Reyes a pesar de todo se han portado bien. Me dice un amigo que este año han venido desde China que también es Oriente, claro, y donde tienen el dinerito de casi todo el mundo para comprar vuestros juguetes. ¡Oye chicos pero no entiendo lo de la leche con galletas que dice la tele. Hace muchos años, muchos, los niños dejábamos en ventanas, balcones y terrazas, un buen puñadito de paja para los camellos. Y otra cosa que me está llamando la atención ya muchos años, es no conocer a nadie a quién le hayan puesto carbón por su mal comportamiento… ni a grandes ni a pequeños ni a políticos. A mí tampoco desde luego, pues nunca se olvidan de mi frasquito de colonia ni del juego de calcetines. Otra cosa es que me lo merezca, ah¡. Y por último lo más importante, y para los que sois ya mayorcitos y porque seguro os lo dirán los papás, sabed que celebramos la fiesta de Reyes, porque hace miles de años vinieron a visitar (los Reyes) a un niño recién nacido que se llamaba y se llama Jesús y que con el tiempo nos diría a todos cosas muy importantes…Cariño y respeto para los papás, abuelos, profesores, amigos, y también para las personas mayores. Nada de envidias ni de peleas ni de rencores… Y también que ayudáramos siempre al que lo necesitara…¿ Es fácil o difícil?… ¿Vosotros que pensáis?…
Y después, fin de semana sosegado. Lecturas, cine y televisión. Escuché un debate sobre justicia, ¡ay¡ la Justicia con mayúsculas… Y las leyes que obligan a aplicarla. Lo diré a pesar de estos tiempos de extremada laxitud en las voluntades por encontrar la verdad de las cosas. Está la ley de Dios, hay una ley natural proveniente de la antropología, y también como no, un derecho positivo o de jurisprudencia o de ciencia del derecho, que es a veces lo que nos apesadumbra…O no se quiere o no se sabe o no se puede interpretar rectamente, no lo sé. Y así nos va.
También me solacé un rato con la obra de unos/as cineastas inspirados, que a una de las mejores actrices del momento y ya madura, la hacen recrear el personaje de la baronesa Thatcher, la mujer inglesa que tanto influyó en la política de su país y del mundo no hace tantos años. ¿Feminista al uso?. ¡Qué va¡.Hija de un tendero “se metió” en Oxford para fabricarse a sí misma como quería ser y para hacer lo que anhelaba. Pensar y modularse una férrea voluntad para transformar lo que pudiera bajo la óptica del rigor.
Y destacando además que a los mayores nos resulte emotivo, el hecho de ver la película con un guión, que entrelaza sus formidables recuerdos de liderazgo, con el día a día de su lucha contra casi la demencia senil de la anciana que ya es. No se la pierdan.

JortizrochE

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