23-F: «Dos formas de hacer TV»

La pasada semana, tuvimos ocasión de ver dos formas diferentes de ver lo que supuso el 23-F en nuestras vidas. Emitida en dos capítulos, tanto por parte de Antena 3 como por Televisión Española, pudimos revivir, y los más jóvenes conocer, qué pasó aquel funesto 23 de febrero de 1981.
Voy a obviar lo emitido por Antena 3, pues se trató de hacer un esbozo de la realidad, en un folletín cornuscópico (léase de celos y cuernos) y así le fue con la audiencia, todo lo contrario que a la Primera, que, con un guión fiel a lo sucedido, arrasó en audiencia en ambos capítulos, llegando a cotas de ocho millones de audiencia.
A los que vivimos aquel largo día y a los que por edad no lo sintieron, volvió a reafirmarnos en el papel que jugó D. Juan Carlos, con la impagable actitud de D. Sabino Fernández Campo, en aquellos momentos, y nos hizo ver que, con el paso del tiempo, es bueno recordar que, sin la firmeza y el convencimiento del Rey, se hubiera producido un golpe de estado de consecuencias imprevisibles.
En el aspecto técnico, que es lo que me ocupa, la puesta en escena y la elección de los actores fue magnífica, aunque quizás, particularmente, me chocó el singular parecido de la actriz que daba vida a la Reina con Ana Botella (¿o no?). En los demás aspectos, insisto en la necesidad de este documento, que, por lo bien realizado, merece ser enseñado como una página de la reciente historia de España.
Como lo viví, puedo opinar (gracias a que el Rey intervino) de que todo lo que se transmite en imágenes fue la realidad cruda y dura. En la mini-serie, echo de menos la reacción de nosotros, el pueblo llano, que casi nos «descomemos» del miedo que pasamos, pues no olvidemos que sólo habían pasado seis años desde la salida de la dictadura, y más en esta zona, donde Jaime Milán del Bosch se encargó de «ponernos los huevos por corbata», con un machacón bando que emitía la radio cada cuarto de hora.
Menos mal que hoy podemos hablar y discutir, con crisis y sin crisis, sin necesidad de «salvapatrias» que nos hagan volver a las catacumbas.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*