Lunes
De nuevo el desasosiego me invade cuando observo la imagen del presidente del Gobierno de España en el palco del campo de fútbol donde la selección española conseguía el campeonato de Europa de selecciones. D. Mariano disfrutaba del juego y del color fuego de la roja.
Mientras D. Mariano disfrutaba de ello, Valencia ardía y se teñía de rojo por los cuatro costados.
Somos campeones de Europa y también campeones en recortes, en paro, en desahucios, en subida de tarifas, en despidos y en una reforma laboral que de momento no sirve para nada. Bueno, sí, para putear más a la gente, pero no para crear más empleo como se dijo.
Martes
El Gobierno de la Generalidad recorta 15 millones de euros en prevención de incendios, setecientos puestos de trabajo y tres aviones. Lo mismo es que quieren calentar las aulas y los barracones de la Comunidad sin calefacción haciendo arder el monte.
Y mientras tanto, 35 millones para la Formula 1. No hay dos sin tres en nuestra Comunidad, y llega el tercero y nos dice que todo ha sido un éxito y que esto era una prueba que nos había mandado la naturaleza. Todo perfecto y maravilloso en nuestra Comunidad, y es que no hay dos sin tres.
Miércoles
Y mientras Valencia, Albacete y Murcia arden, en parte por la negligencia de políticos que despilfarran en aeropuertos sin aviones y fastos deportivos, ellos se indignan y cierran filas cuando se trata de recortar sus sueldos y privilegios. Y mientras tanto, el monte y los españoles arden por los cuatro costados. Y es que «Yo soy español, español, español». Y, como diría uno: «Español sí, pero no tonto».
Jueves
Me los encontré en el recibidor de la entrada del Ayuntamiento, junto al arco de seguridad. Desde la lejanía y la discreción, intente interpretar la escena. El ex-alcalde de Torrevieja platicaba con una asesora del equipo de Gobierno del PP y ex-líder y cabeza de cartel, en su época, de los del PSOE de la localidad. La asesora hacia ímprobos esfuerzos por mantener una conversación servil. Él estaba como ausente, como un hombre deshabitado de sí mismo, como un hombre que tiene una necesidad espiritual. Me impactó la escena y la imagen que me transmitía de abatimiento, de falta de fuerza, de carencia de orgullo y vanidad. La imagen se me hizo más humana, más reconocible a aquel Pedro que empezó en política desde la Asociación de Padres del Colegio Virgen del Carmen y desde detrás del mostrador de la farmacia de Mora. Lo vi alejarse con paso cansino de la casa Consistorial, como tratando de alejarse y olvidar un pasado reciente…
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