Domingo Soler Torregrosa
Concejal Alternativa Popular de Torrevieja
NO ENTIENDO que al comparar el portavoz del PSOE de Torrevieja al PP de esta ciudad con Franco salga entonces el PP en los medios diciendo aquello del “y tú más”, demostrando que el comentario le ha sentado mal a su portavoz. Recordemos que ese mismo portavoz fue quien dijo en un Pleno que “Torrevieja existe desde que gobierna el PP y que antes nuestro pueblo era el tercer mundo”. ¡Qué poco conocimiento demuestra este ser y cuánto silencio siembra a su alrededor!
NO ENTIENDO, ante estas declaraciones, cómo la mano derecha del concejal de Hacienda y portavoz pepero, el interventor accidental del Ayuntamiento de Torrevieja, quien es a su vez hijo de Alcalde franquista, no comenta nada cuando cierto día su padre, cansado de los discursos del anterior alcalde –idénticos al del actual portavoz del PP- me espetó: “Dile a Pedro que cuando él llegó, en Torrevieja había agua y luz”. En aquella ocasión su ocurrencia -por ser totalmente cierta- sirvió para que nos echáramos a reír.
Y es que D. Francisco Díez Martínez, el padre del actual interventor accidental, fue alcalde de la transición. Una etapa, la de su mandato (1972-1979) que se produjo con una bendita y aburrida normalidad democrática. Un tiempo que sirvió –a pesar de que no gobernara el PP- para que en Torrevieja se consolidara el suministro de agua y el alcantarillado, para que se hiciera el primer plan general de ordenación urbana de Torrevieja, para que se entregara la bandera de combate al submarino delfín S-61 -ése que tanto enseñamos ahora- y un tiempo en el que el presupuesto del Ayuntamiento pasó de 11 millones de pesetas (66.000 euros) a 80 millones de pesetas (480.000 euros) en el último año en el que estuvo gobernando.
NO ENTIENDO, tampoco, cómo la concejal Mamen Mateo, hija también de alcalde franquista, aguanta impertérrita las acometidas ideológicas a la memoria de su padre, D. Juan Mateo, quien dedicó como alcalde de 1959 a 1964 todo su empeño para trabajar por y para los torrevejenses. Y así podemos descubrirlo en “Memorias de un corregidor”, de José María Mateo. Un libro que debería ser de obligada lectura para los actuales concejales peperos de Torrevieja, sobre todo para que hablen con conocimiento de causa y no intenten descubrir América con cada una de sus afirmaciones.
Si Mamen Mateo tuviera conciencia debería responderle al portavoz pepero al estilo de Juan Cabanes “y usted quiere hacerme un traidor”. Porque D. Juan Mateo encarnaba todo lo que Juan XXIII describía en Pacem in Terris: “Los deberes principales de los poderes públicos consistirán sobre todo en reconocer, respetar, armonizar, tutelar y promover los derechos de la persona humana”. Aquellos principios valen en toda época política y D. Juan Mateo los hizo suyos, por eso en su vida fue honesto y firme, como deberían serlo todos aquellos que tienen el privilegio de representar a los ciudadanos.
SÍ ENTIENDO, sin embargo, la razón por la que a Joaquín Albaladejo le sienta tan mal que Ángel Sáez compare al PP de Torrevieja con Franco. Y lo entiendo porque la mayoría de concejales del actual equipo de Gobierno me confirmaron que Albaladejo en su época de estudiante defendía el socialismo histórico. Es razonable, pues, decir que Ángel Sáez se equivocó al definirlo porque por pura asociación de términos, si Albaladejo viene del socialismo y entró a formar parte de un partido nacional, entonces Albaladejo de donde viene es del nacional-socialismo. Así todo se entiende.
Ni Mamen ni Paco dicen nada en defensa de sus padres. Lastima de hijos. Muy bien Domingo.Defender la memoria de los padres es primordial en la vida politica.Salvo que estes en politica por un sueldo.