El cambio de ciclo en que estamos inmersos, con la tan traída y llevada crisis, obliga a los empresarios -de ley- a agudizar el ingenio para poder salir adelante en momentos tan complicados. Esta situación, que está siendo utilizada por los políticos, cómo no, para culpar al adversario de haberla propiciado, cuando es evidente que no se trata de algo local, ni nacional, sino a nivel mundial, nos está haciendo cambiar todos los parámetros que hasta ahora teníamos establecidos; llegando a una situación en la que no hay nada seguro, ni tan siquiera se puede planear con unos meses de antelación. Todo es tan cambiante y relativo que hay que ir al día, trabajando, solucionando y resolviendo al momento presente, tratando de conseguir sacar adelante la empresa en las mejores condiciones posibles, para conservar los puestos de la mayor cantidad de buenos trabajadores. Son momentos también esenciales para comprobar donde están los mejores empleados, los responsables y comprometidos con su empresa, aquellos que, viendo el enorme sacrificio que hoy supone seguir, saben valorar el esfuerzo y corresponder en la medida de sus posiblilidades. Es la parte positiva que cabe destacar de la complicada etapa que nos ha tocado lidiar, en la que hay que superarse cada día, aunando esfuerzos, si queremos sobrevivir.
Otra cosa son los que vemos abandonar, bien porque no pueden hacerle frente a una situación que les desborda o, como en ciertos casos, que también los hay, en los que se aprovecha la crisis para beneficiarse, dejando de cumplir compromisos y obligaciones contraídos, achacándolo con descaro al momento o exagerando los problemas, para cargarlos sobre otros.
Dejar una contestacion