Esto no tiene nombre nº408

Un día me encontré con una nueva pollería, en una calle no muy comercial precisamente; pero el aroma y la pinta del pollo eran excelentes. Le pregunté al dueño cómo era que no invertía en publicidad para que la gente supiese que existía, y no sólo confiase su negocio al paso oportuno de cualquiera o al boca a boca. Me dijo: «mi publicidad es el pollo, lo bueno que está». Al mes siguiente volví a por más y el asador había cerrado. Lo malo es que el «joío» pollo estaba de mojar pan. Dos horas después de que este medio esté en la calle se ha «AGOTADO». Sí, camino de la playa me encuentro varias personas leyendo este producto y no otro; o con él en las manos a modo de corredor de San Fermín. ¡Está claro! Señores anunciantes: su inversión publicitaria no puede estar en mejores manos. Pude ver un fardo de otra publicación gestionada desde otro pueblo vecino (gobernado por el PP) nutrida de contenido informativo torrevejense con dos amplias páginas a todo color de publicidad guberna-«mental» local. ¿Cómo le sentaría a usted, sufrido contribuyente, si tuviese un negocio y sus caprichosos mandatarios invirtieran sus impuestos en el comercio de la competencia, que encima no tributa en este Ayuntamiento y a usted le cierran el local? ¿Se reiría? Yo «me parto el culo» de ver el tipo de «gobernadores» que tenemos que aguantar en este pueblo. «Te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao», solemos decir aquí cuando nos quieren dar «gato por liebre». Yo me pregunto: ¿por qué somos el municipio de España más opaco en la gestión y administración pública? ¿Por qué se ha enriquecido tanta gente en tan poco tiempo? ¿Por qué el pueblo se ha masificado sin control hasta la extenuación, y ahora resulta tan insufrible? ¿Qué se oculta? ¿Por qué se oculta? ¿Es falta de eficacia o por otros motivos más inconfesables? ¿Por qué ahora tienen que pagar la crisis los parados, que las «bestias de la codicia» están dejando sin trabajo? ¿Por qué estando en crisis se envía una expedición de más de 100 personas a un hermanamiento en Oviedo? Ya que lo pagamos, ¿por qué no vamos todos y nos evadimos un poco de «la puta crisis»? ¿Es cierto que la peor mentira es la verdad que se oculta? ¿Por qué tengo yo que aguantar a éstos? (bueno, eso sí lo sé; porque lo han dicho las urnas. Lo respeto) ¿Cuánto tiempo falta para que el electorado se dé cuenta de que el sr. alcalde no «da na», en todo caso lo damos todos? ¿Es que es muy difícil de entender eso? ¿Acaso el fin justifica los medios? ¿Por qué los «fachas» de antes ahora nos dan clases de democracia? Usted sabrá.

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