El Amor hecho Entrega

En estos días hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de Saturnino Galarraga.
La mejor gloria que puedo darle en estos momentos a Matilde, su amada esposa, y a sus familiares cercanos, es este pequeño escrito que trata de resumir en palabras lo que no se puede resumir.
«Por sus obras los conoceréis…».
Era el año 2006, si mi memoria no me falla. Tímidamente, Tomás Ballester me presentó a una señora llamada Matilde que tenía a su esposo enfermo de Alzhéimer en la incipiente asociación de Alzhéimer, llamada en aquel entonces Alzheisal.
Desde el primer día que empecé a tener relación con Matilde, me di cuenta de varias cosas: el amor incondicional y sacrificado que tenía a su esposo, incluso negándose a ella misma, el cuidado meticuloso y cálido con el que lo trataba, la voluntad férrea de entrega acompañándolo en su enfermedad…
En toda mi vida (tengo 40 años) he trabajado con muchos colectivos. Nunca he visto una persona con la capacidad de entrega que ha tenido Matilde con Satur. Lo más grande de todo esto y por lo que me motivo a escribir este escrito, en homenaje a Satur y su bella esposa, es que, además de derrochar amor en su cuidado, desde siempre se entregó en la causa del Alzhéimer. La gran mayoría de éxitos de esta asociación en Torrevieja han sido posibles y seguirán siéndolo gracias a la solidaridad y el altruismo de Matilde.
Ella, con su amor, es y será una pieza fundamental en esta asociación, que entendió y que entiende que asociarse con un problema común es afectarse con el otro y dar lo mejor que tiene uno mismo. Así ha sido, y gracias a ella hoy muchos disfrutan de una calidad en su atención digna, la misma que siempre quiso para Satur.
Sí, Matilde, eres la Cuidadora del Año, reconocida por el colectivo de personas inglesas, por los periódicos recientemente. Nadie puede negar esto. Es más, para mí, deseo, y para todos los enfermos de Alzhéimer, que los cuidadores entiendan que el cuidado a un enfermo, siendo sufrido, es una obra de amor gratuito, y que se puede trascender esta situación personal, ayudando a otros con el mismo problema que uno sufre en su hogar.
Hoy, Satur ya no está aquí; sin embargo, sé con certeza y desde el corazón que ha sido muy feliz contigo, que ha estado muy bien cuidado, que te has entregado con alma, vida y corazón, haciendo explícito el AMOR.
Lo importante ahora es amarte a ti, como has amado a tantas personas con tu entrega. En mi caso, sólo puede decirte que puedes contar conmigo. Eres digna de amor y espero que sepamos expresarte el amor que Satur hubiera querido expresarte en el transcurso de su enfermedad. Te lo mereces, se lo merece Satur y, con esto, cojo el relevo de la cadena de favores que con tus actos hace grande el AMOR y tanto bien genera a los enfermos de Alzhéimer de Torrevieja en la asociación.
Os queremos Satur, Matilde y Tita.

Anónimo

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