Acoso. Acoso laboral. Chantaje psicológico y moral, provocado por los tocapelotas de turno, que termina por joder la vida al prójimo, porque no saben qué hacer con la suya propia. A veces, sucede que al maldito acosador, la rueda del destino le cambia el rol, y el sufrimiento, siempre inoportuno, como no, cambia de bando. Entonces, el cazador se convierte en presa, y ésta se ensaña cruelmente para cobrarse lo anterior. La política, es así, Manuel. Y el Instituto. Y el hogar. Y tu empresa. Y todas las malditas relaciones. Punto. El «mobbing» callejero y macarrón, nos deja a todos inhabilitados para el amor. Para el abrazo. Para la tertulia. Para el sexo. Para tomar el Sol. C´est la vie.
«Mobbing». Su anglografía le da una pátina «cool» al escribirlo, un carácter de modernidad, una estúpida gracia. Pero, en realidad, la acción en sí, corresponde al más triste y cruel abuso de poder encadenado (un eslabón somete al siguiente, y así hasta el más débil) que el ser humano ha ejercido desde los más oscuros días de su aparición en este despliegue absurdo de una testosterona de madril, más propia de Mercadona, que de un elegido entre mil.
En el cole, «bullying»; en el curro, «mobbing»; en la política, «Rajoying». C´est á dire, en los tres casos, un idiota, ayudado por una pandilla de eunucos intelectuales mamporreros, te acorralan contra la pared hasta aplastar tu dignidad, tu idiosincrasia, tu creatividad, tu inocencia y tus ganas de vivir. Pero no te agobies, compañero denigrado, maltratado y humillado, porque como todo lo que somos incapaces de cambiar (por cobardía, inconsciencia o represión extrema), es decir, el «siempre ha sido así» injustificable y llorón, ahora, simplemente, te toca asumirlo (una vez más) y reflexionar sobre la estrategia de cómo cambiar su rumbo para que no te afecte nunca más. Sucede que al ser uno el acosado, parece como si tu entorno estuviera sufriendo un seísmo, grado 7, con el epicentro en tu exófago que no te deja ni tragar (más).
Exacta y mente, este fenómeno disuasorio y fachorrón, viene de atrás, de allá lejos, la madre insalubre de todo complejo; la cosa no para y se pone actual, me pone estupendo y rapeo este asunto, pues es Carnaval:
«Te acosa en verano, el mosquito cabrón,
la mosca traviesa, la pulga, el cronopio, ese gran bujarrón.
Te gruñe tu padre, no quieres más sopa,
tu madre sugiere: no hay paga y «estopa».
Te acosa el vecino, ese idiota de enfrente,
se agarra el pakete, te saca la lengua, es un tipo demente.
Te abronca la profe, llegaste bien tarde,
hoy tienes examen, todo está que arde.
El niñato «bacala», te acosa en la cola,
te planta en la cara: tu Ipod ya no mola.
Censura la gente, si viajas o escribes,
les jode que sueñas, que sueñes y vives.
El chacal de oficina, te tira los tejos,
todos te marginan, tarados y viejos.
El marido la «curra», ella vive un infierno,
no es mi compañero, le pongo los cuernos.
El PP te ignora, la empresa en la ruina,
despierta que es hora, rompe la rutina.
El cura adoctrina, se toca y te toca,
moral elimina, te besa en la boca.
Inventa el presente, el pasado no ayuda,
¿El futuro te inquieta?, no seas pelotuda.
«Mobbing» y «bullying», son camaleones,
en el cuello la «streaming», y without pantalones.
Cerebro de «coaching», «running» zapatillas,
you are «motherfucking», como una ladilla.»
#No, al «mobbing» senegalés, que produce mucho stress.
#Olvida,el «bullying» lituano, y abraza siempre a tu hermano.
#El acoso en Torrevieja, es asunto de CACIQUES, Pedroalcalde está entre rejas, pero los nuevos practican, como chungos APRENDICES.
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