José Manuel Dolón, como el President de la Generalitat Catalana, jamás soñó con gozar de la condición que hoy tiene en Torrevieja. Carles Puigdemont no era ni tan siquiera diputado regional. Fue impuesto por la CUP como máximo representante del Parlamento autonómico Catalán. Algo muy parecido le ocurrió al todavía alcalde de Torrevieja. Allí, los antisistema pidieron la cabeza de Artur Mas para aupar a Puigdemont. Aquí, el traidor, y los anti-Eduardo Dolón, exigieron la cabeza de Angel Sáez con la ayuda de Mesalina, y colocaron al enrabietado incapaz José Manuel como primer edil. Los resultados de ambas operaciones políticas son catastróficos para los ciudadanos. En Cataluña, la desbandada de empresas y de inversión ha sido antológica; no se habla allí, hoy, de los negocios que se van a montar; al contrario, se hacen apuestas sobre cuál va a ser el siguiente de los pocos empresarios que todavía permanecen allí, que se irá a Madrid, Valencia u otra parte de España. Políticamente, la operación independentista es una ruina económica y social absoluta. Y en Torrevieja, los resultados son demoledores. Si uno se da una vuelta por el que fue siempre corazón económico y de actividad de la ciudad de la sal, la conclusión es idéntica. Hoy políticamente dirige Torrevieja un Puigdemont. Cada semana aparece un local comercial vacío. Cada semana surge el rumor de la desaparición de otro negocio en el centro administrativo y comercial de la que fue, no hace mucho, capital económica de la Vega Baja. Hoy, Torrevieja, por desgracia, ya no lo es. El peor alcalde de la Historia torrevejense sólo sabe conjugar los verbos «cerrar», «eliminar», «clausurar» y «prohibir». Por prohibir, ya no pueden ni los novios contraer matrimonio en el Ayuntamiento por lo Civil cuando quieran en Torrevieja. Y ha conseguido José Manuel Dolón convertirse en el campeón mundial de la mentira, incapaz de atraer una sola inversión productiva, un solo proyecto que genere ilusión y actividad económica a su pueblo. El Puigdemont de Torrevieja sólo sabe decir que la culpa es siempre del PP; y, si se siente acorralado, de inmediato señala y acusa a los funcionarios municipales como responsables de todos los males de la ciudad, o les tacha de ser barrigas agradecidas del Partido Popular, aunque estén enfermos. Es su discurso único. El mismo que desarrolla el Puigdemont de Cataluña. Qué bajo hemos caído. «En el dulsísimo nombre».
Buenas.
El Sr Alcalde ,Jose Manuel Dolón y muchos torrevejenses que conocimos la Torrevieja como pueblo idílico. Jamás soñamos que unos pocos políticos sin escrúpulos hicieran tanto daño a un pueblo paradisiaco.
Yo solo le reprocho, el incumplimiento de su programa electoral, las excusas eran efectivas hace unos meses, ahora ya no, ha pasado el «ecuador de su legislatura y encima de la mesa ya tenia que tener resultados.
Salú2