Gabriel Estañ,
Secretario General comarcal de Juventudes Socialistas y miembro del Comité Nacional del PSPV-PSOE
Es de imaginar que para el President éstos son días felices. Ya no le importa ni que algunos de sus amigos estén en la cárcel o que la Comunidad Valenciana tenga la tasa de paro más alta de España, y todo porque en la ciudad salinera le han nombrado Hijo Adoptivo.
Paco Camps, hombre elegante que viste de Milano, ha visto recompensadas sus «excelentes» gestiones con un nombramiento envuelto en polémica donde nuestro señor alcalde hubo de maniobrar ágilmente para evitar tanto una posible protesta como que se escenificase la total división interna que vive su partido. Y mientras Domingo Soler estaba en Fitur, muchas personas sensatas decidieron no asistir a un Pleno donde, de nuevo, se comprobó que en nuestra ciudad cualquier cosa es posible.
Y no es cualquier cosa una forma de hablar. En los últimos meses hemos visto cómo se dejaban atrapados unos coches en una obra municipal, los posibles daños a un yacimiento arqueológico ¡de un municipio vecino!, cómo se gastan 600.000 euros en un premio y otros 600.000 en una página web y, además, este llamativo nombramiento respaldado por 34 colectivos locales, entre los que difícilmente se hallará ninguna asociación de personas dependientes, colectivos por la enseñanza o por la sanidad pública.
Porque si hay materias donde Camps es querido «un huevo», ninguna de ellas se encuentra en el sector de lo público, educativo, sanitario o medioambiental. Tampoco entre las personas dependientes se profesa un amor cuantificable hacia un President que se niega a aplicar la llamada Ley de Dependencia y dar más derechos a las personas que más los necesitan de nuestra sociedad. Además, tenemos que añadir su escasa defensa del trasvase Tajo-Segura, ante la plaga del picudo rojo o de los intereses generales de nuestra Comunidad.
Y mientras el Gobierno de España creó el Plan E dando para Torrevieja dieciséis millones de euros, la Generalitat prometió un Plan Confianza con veinte millones, todos ellos virtuales y en el cajón de las promesas incumplidas, de las que tanto sabe el PP local, encabezado por Hernández Mateo y Joaquín Albaladejo.
Ante esta «gurteliana» realidad, no es de extrañar, por tanto, que en nuestra ciudad se le haya dado este galardón a tan insigne personaje. Yo sólo puedo decirle una cosa: Camps, sal de Torrevieja.
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