Reflexiones de un contribuyente torrevejense: el museo

Gerardo Garrido Sánchez
Militante de izquierda Unida

Hay días en que te levantas de la cama, te asomas por la ventana y ves este sol radiante de Torrevieja, y dices para ti: «¡Vaya día más precioso que se avecina!». A continuación, según va transcurriendo el día y a través de los medios -prensa, radio o Internet-, te informas de las noticias locales de Torrevieja, no tienes más remedio que decir: «con la iglesia y la «derechona» hemos topado», como decía el clásico. Me refiero a la colocación de la primera piedra del futuro Museo de Semana Santa local.
El que escribe estas líneas NO está en contra de que se hagan todos los museos de Semana Santa que quieran, pero que se lo paguen con dinero de su bolsillo. El abajo firmante está en contra de la construcción de estos museos con dinero público, es decir, el que aportamos todos los contribuyentes, con los impuestos que pagamos y que estamos pidiendo reiteradamente que se invierta en las necesidades que sufrimos por la carencia de escuelas públicas de ladrillo, NO BARRACONES, guarderías públicas para todos los niños de 0-3 años, residencias públicas para las personas de la 3ª edad o para solucionar las inundaciones que se originan en el conjunto de Torrevieja cuando caen, como vulgarmente se dice, cuatro gotas, con los perjuicios que se originan a los vecinos, sobre todo económicos, así como un montón de problemas diarios como son la seguridad ciudadana, limpieza, servicios, transporte público a las urbanizaciones y zonas periféricas de Torrevieja, y, sobre todo, para ayudar a los miles de parados que tan mal lo están pasando en Torrevieja. Por eso me rebelo con la pluma a que, con mis impuestos, que pago contantes y sonantes, se apoye a una confesión determinada, cuando en el artículo 16.3 de la Constitución Española dice claramente: «ninguna confesión tendrá carácter estatal»; que quiere decir que el Estado Español es ACONFESIONAL y punto.
Mis reflexiones siguen en el sentido de quién va a gestionar esa inversión de 5-6 millones de euros de dinero público. ¿Va a ser una gestión pública o una gestión privada? Porque si va a ser una gestión privada, va a ser para que en Torrevieja afloren los futuros «BIGOTES» y compañía, ya me entienden ustedes, los «Gürtel» en estado de gestación. Al tiempo.
Reflexionando sobre las declaraciones de la conseller de Cultura, sra. Miró, sobre el Plan   Confianza, esta sra. sabe de sobra que los 3 planes que se contemplan en el Decreto Ley 1/2009 no encajan en esa inversión del Museo de Semana Santa, pues esos planes confianza se refieren: 1º para sectores productivos, 2º para empleo, 3º a la inversión productiva, así que está mintiendo y justificando a través de unos hechos consumados que legalmente no hay por donde agarrarlos. Reflexionando sobre las declaraciones del alcalde de Torrevieja, sr. Hernández Mateo, al decir que «Dios me ha dado fuerzas  para llegar hasta aquí», con un fariseísmo que se lo pisa, yo pregunto si son las mismas fuerzas que le ha dado el Señor para realizar el «pelotazo» de los terrenos de Almoradí con los que se ha enriquecido y que en estos momentos está imputado en los juzgados. Esperemos que los jueces agilicen de una vez por todas el proceso para que le pongan en su sitio. Reflexionando sobre las fotografías que se publican en los medios, son de vergüenza, con el arquitecto a la cabeza y los palmeros del Partido Popular, que son parte muy importante de esa tela de araña de estómagos agradecidos, como son los «Carmeles Suárez» que están en la órbita de la Alcaldía de Torrevieja, con un montón de asesores con sueldos de marear, y luego viene el PP que hay que hacer reformas; que se reformen ellos y dejen de ser una carga innecesaria para las arcas municipales.

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