Conforme va pasando el tiempo, todo va cambiando a nuestro alrededor, sin apenas darnos cuenta. Nos parece que cada día es igual al anterior, pero no es así, siempre es diferente. Aunque hay etapas de nuestra vida en las que nada parece cambiar, donde todo nos resulta monótono, pero de pronto un día te das cuenta de que las cosas son muy distintas a como eran antes.
Hay otras veces en las que de pronto todo se precipita y cambia vertiginosamente. Es como si se revolucionara nuestro entorno, para cambiar por completo. También hay cambios que son aparentes o sólo en parte y parece que se van notando poco a poco, aunque ya veremos con el tiempo si son reales y efectivos. Lo cierto es que hay muchas esperanzas puestas en que los cambios aquí sean auténticos y para bien, no sirvan sólo para camuflar algún defecto de forma, pudiéndosele achacar a los de antes. De momento, algunas personas sí que han cambiado y se van notando otras formas, con mejoras sensibles y aceptables, por ejemplo, con el transporte urbano, o la eliminación de la cena del Premio de Novela. Queda mucho por hacer, pero dejaremos el tiempo necesario. Por lo demás, escuchamos que no se puede reclamar a la empresa que ejecutó -y subcontrató- las obras de la calle Caballero de Rodas, algo que fue mal desde el principio, que tuvo un vial tan importante colapsado durante casi un año, para acabar siendo la verguenza y mofa de los transeúntes locales y visitantes, y ahora resulta que la empresa -de la familia del actual Presidente de las Cortes Valencianas- ha desaparecido y nos deja el «regalo» a los torrevejenses. Es deplorable, pero dicen que algo se podrá hacer aún, hay nuevas formas, con más apoyo al pueblo que a los compañeros de partido. Todos estamos ahí para conseguir que las cosas funcionen mejor, eso es indiscutible, lo importante ahora es conseguirlo.
pues a ver si cambia a mejor la limpieza de torrevieja por que por las afueras de torrevieja hay m… por todos lados y tambien pagamos impuestos como los demas y nos estan comiendo los mosquitos y el hierbajo de tres metros de altura y aunque vayas a sanidad no te hacen ni puñetero caso
Este editorial, aparte de que no se acaba de entender bien, porque está lleno de palabrería absurda, es súper gracioso. Algunas empresas periodísticas, o supuestamente periodísticas, no deberían darse el lujo de criticar ningún modelo empresarial, cuando primero deberían solucionar sus propios problemas de malas praxis. Esto es lo que está ‘matando’ el país, la cantidad de chiringuitos ´camuflados en empresas que hay.