INCONFORMISTAS Y DESPISTADOS

Hace unos días, un amigo mío estaba tomando un refresco en la puerta de una cafetería y, de momento, se vio sorprendido ante un grupo de personas que llevaban una pancarta con un letrero que decía -¿Dónde está Dios?-. Es muy penoso y lamentable que la ignorancia religiosa pueda llevar a ciertas personas a realizarse esta cuestión; seguramente, si simplemente estudiasen la Biblia y conociesen la Palabra de Dios, es evidente que no se harían esta pregunta. Claro está, Jesucristo decía «hablo para personas sencillas y humildes, no hablo para sabios y entendidos», esto lo decía por los fariseos que se vanagloriaban de su posición religiosa y política, pues, actualmente también tenemos fariseos que no dan un paso para conocer a Jesucristo y, en cambio, se preguntan dónde está.  Él mismo decía «Yo estoy en vosotros y vosotros en mí», pues, está claro, Dios está en el corazón de cada uno de nosotros.
Dios creó el mundo con los bienes necesarios para que toda la humanidad no pasara necesidad y proporcionó los medios naturales para tal fin, posteriormente, creó al hombre con entera libertad para que se condujese según su criterio. Posteriormente Jesucristo, en su nueva Alianza, nos indica que todos somos hermanos en Él y, por lo tanto, hijos de Dios, y que tenemos que dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y curar al enfermo, en una palabra, nos dice «ama a tu prójimo como a ti mismo» ya que, con esto, entrega las llaves de la tierra al hombre.
Si Dios interviniera en todas aquellas situaciones en las que el hombre tiene la llave para remediarlas, estaríamos en el Reino de Dios, el que Él nos prometió para después de la destrucción de la muerte, son los egoísmos del hombre y los pecados estructurales, los que permiten que haya en nuestro mundo situaciones de hambre e injusticia, por lo tanto, es el mismo hombre el que tiene en su mano los medios para remediarlo pero no lo hace.
Si Dios interviniese en nuestra vida, muchas de las cosas que llamamos progresistas no las podríamos realizar, porque van contra el principio de la naturaleza y la creación de Dios, Él no nos lo permitiría y menoscabaría nuestra libertad, así  es que apliquémonos a lo que nos ha sido concedido.
He presenciado en televisión española, en la noche del 20 de agosto, la vigilia celebrada de los jóvenes con el Papa y tras ver el silencio, que se podía cortar, de más de 1.000.000 de jóvenes ante Jesucristo en la Eucaristía, se podía palpar la presencia de Dios entre ellos, fue impresionante y el que no entienda este testimonio de fe, debe preguntarse el ¿Por qué?
Es muy lamentable que haya personas que acepten todas las manifestaciones de asociaciones y grupos anticatólicos que se denominan laicos, con un coste social y económico verdaderamente pasmoso e incluso subvencionados por el estado, como por ejemplo: El día del orgullo gay, los botellones, la manifestación del 15 de mayo, etc. Que incluso ocupan las calles sin autorización y ensucian y destrozan los bienes comunes, en cambio, una manifestación pacífica ordenada y organizada para casi 2.000.000 de personas, se pone en entredicho y se critica; dicen que ha costado 50 millones, si calculamos 2.000.000 de peregrinos que se hayan gastado en España o concretamente en Madrid 50 € por persona,  esto supone una entrada de dinero de 100.000.000 de €, teniendo en cuenta que se habrán gastado muchísimo más de 50 €, pongan Uds. más de 1000 autobuses contratados, comida, alojamiento de las personas, suvenir y regalos comprados, metros y medios de comunicación, etc. ¿Qué criticamos? Carlos García

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