Blas, ¿adónde vas? (I)

Blas había muerto; su viuda, familiares y amigos celebraban el óbito, como era costumbre en el lugar. Rosalía, su mujer, buscó por los escondites monedas y billetes, luego adquirió víveres de 1ª calidad y bebidas de marca: cocinó los manjares y toda la aldea acudió como «gorrones», a comer gratis. Brindaban: «¡Blas, a tu «salud»». «De lo que no cuesta, a llenar la cesta!». Otros: «¡El muerto al hoyo y el vivo al bollo, jajajaja!», y seguían comiendo a dos carrillos y bebiendo como mulos. ¿Cómo murió Blas? De la forma más tonta: estaba talando troncos en el patio trasero de la casa del amo, se resbaló el hacha, yendo a incrustarse en su pie. A los gritos acudió la gente y a la «sillita la reina» lo llevaron al veterinario (no había médico). Éste le remendó como pudo, pero le advirtió, sabiendo la fama que tenía de borrachín, que ni probara el alcohol, pues con la antitetánica era mortal. ¡¡Ya ves el caso que hizo, que en vez de ir a su casa a descansar la pierna, dijo a sus amigos que los convidaba a una copita!! Allí corrió el vino y el coñac a chorros, máxime cuando el señorito de la finca, al saber de su accidente, le dió 500 ptas. (3 euros) de las de entonces, que era un dineral. El muy ladino, en lugar de dárselos a Rosalía, se los metió entre los pliegues de la faja, en el «canut», como diría un catalán, por eso repetía una y otra vez al tabernero: «¡Otra ronda, Alfredo, que no se acaba el dinero!». Al anochecer, Blas se sintió morir. A pesar de estar como una cuba, vio que le faltaba el aire. Lo llevaron a su casa y se avisó a don Rafael, que, en cuanto llegó y olió el aliento del enfermo, le dijo bien clarito: «Te dije que no bebieras y aquí están las morideras». Toda la noche estuvo la aldea despierta, para ver quién ganaba la batalla, si Blas o doña Muerte. Fue ésta la que a las 5 de la madrugada se lo llevó. Lo amortajaron con el traje y zapatos de los domingos, pero su mujer dijo: «¡Mi marido era un faraón en la otra vida y ha de ir como tal!».

Continuará…

3 comentarios

  1. Gracias Carmen y Nildita,os lo agradezco mucho y me satisface saber k dese Argentina leeis mis articulos—un besito para vosotras y vuestras familias,——–mary

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